El Matador

Boca no deslumbró pero fue práctico y se consolida

El líder Boca Juniors prolongó ayer su carrera hacia al título del torneo Apertura al ganarle con suma tranquilidad a Nueva Chicago por 2 a 0, en un partido de la décima fecha que se jugó en el estadio de Vélez Sarsfield.

Nicolás Burdisso, a los 33 minutos del primer tiempo, y Franco Cángele, de tiro libre, a los 16' del complemento, marcaron los goles de la séptima victoria xeneize en el campeonato.

Entre sus limitaciones futbolísticas y los problemas sufridos en el primer tiempo, Chicago fue una presa fácil para un conjunto que, fiel a la tradición de Carlos Bianchi, no lució pero fue compacto.

La lesión de Juan Huerta, pulmón del equipo en la mitad de la cancha, el gol de Burdisso y la expulsión de Leonardo Ramos (en el último minuto del primer tiempo) fueron condicionantes decisivos para sellar la suerte del equipo orientado por Patricio Hernández.

Boca lo ganó sin jugar bien pero con mucha paciencia para encontrar el momento justo en el que golpear a un rival que no ofrecía demasiada resistencia.

Chicago hizo un buen planteo en los primeros 30 minutos cuando achicó los espacios hacia atrás y encerró a Boca en un laberinto, en el que sólo Tevez sabía cómo manejarse.

La estrella de Boca fue la que inició el camino a la victoria con una penetración por el costado derecho que terminó con un gol de Nicolás Burdisso.

Chicago quedó obligado a adelantarse con la desventaja y, así, expuso todas sus limitaciones ofensivas y defensivas.

Boca lo atacó poco, pero cuando lo hizo desnudó severos desacoples que provocaron, por ejemplo, la expulsión de Leonardo Ramos antes del descanso.

El partido tuvo una prematura conclusión por la abismal diferencia en términos potenciales y eso generó que la visita dosificara su esfuerzo en la segunda mitad.

La racionalización del juego boquense atentó contra la estética y produjo un desarrollo lento y muy meditado. En ese contexto, el equipo xeneize esperó con sabiduría el instante para liquidarlo.

Fue a los 16' con un tiro libre que Cángele, ingresado en el segundo tiempo por el lesionado Raúl Cascini, colocó sobre el palo derecho de Ignacio González con un zurdazo perfecto.

Después del gol Boca mostró pocas intenciones de seguir atacando y se conformó con una ventaja que reflejó fielmente el presente de ambos equipos. (Télam)

Burdisso le agradece la habilitación a Tevez.