 | lunes, 20 de octubre de 2003 | TEATRO / CRITICA Pijamas: Una obra con muchos enredos pero con muy pocas carcajadas Enredos, enredos y más enredos. Eso es el resumen de "Pijamas", la obra del francés Marc Camoletti que llegó a copar el Broadway el fin de semana pasado, dejó algunas risas, pocas sorpresas y dos cuerpos despampanantes. La puesta tuvo una estructura bien llevada, con una dinámica lo suficientemente aceitada como para mantener atento al espectador y no perderse los cruces de relaciones entre los personajes. Las carcajadas no abundaron en una comedia que, sin llegar a ser descartable, fue algo previsible.
Bernard (Mario Pasik) y Jackeline (Victoria Onetto) reciben en su casa de fin de semana a Robert (Fabián Gianola), que es íntimo amigo de Bernard pero a la vez tiene una íntima relación con Jackeline. Eso es apenas la punta de la maraña que empieza a desandarse en "Pijamas". Porque en medio de la alegría de Jackeline, Robert no tiene mejor idea que invitar a su amante Brigitte (Luciana Salazar) para estar cerquita de la pulposa rubia cuando su esposa mire para otro lado.
La trama que pergeña Bernard es que Brigitte se haga pasar por la amante de su amigo para que despistar a su mujer. A Robert no le gusta la idea, porque esto le significaría romper con Jackeline, pero tampoco le puede decir que no a su amigo porque sospecharía del engaño.
Uno de los momentos más desopilantes de la obra se da a partir de la llegada de la nueva mucama (Anita Martínez), que genera una confusión porque también se llama Brigitte. Es decir, si era fingida de por hecho la relación de Robert con la amante del amigo, más fingida será la vinculación de Robert con una mucama inculta, que sólo sabe cocinar, y que lo único que quiere es cobrar su recompensa por el papel nuevo que le toca desempeñar.
La aparición de Anita Martínez le pone el toque de humor necesario para la obra de Camoletti. La carismática actriz expuso una galería de recursos, con los que acentuó sus diferencias expresivas con las otras dos mujeres y se burló de las diferencias físicas, por si hacía falta destacarlas.
Fabián Gianola y Mario Pasik logran un contrapunto ideal. Gianola mostró todas las máscaras conocidas y otro tanto hizo Pasik, quien por momentos hizo recordar mucho al chanta de Carmona que brilla en "Son amores". Es más, cuando él menciona a Brigitte y todavía no se conocía la trama, es un guiño con el público hacia el personaje homónimo de la tira de Pol-Ka.
Onetto apenas cumplió con su rol de diva e hizo caer varias mandíbulas cuando apareció con ropa de cama. Otra que deslumbró con sus transparencias fue Luciana Salazar, a quien todavía le queda un largo camino por recorrer si quiere jugar en primera.
La obra tuvo un desarrollo entretenido a través de historias cada vez más embrolladas. El desenlace dejó enredos abiertos, a los protagonistas brindando y a la gente con ganas de reírse un poco más. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Pasik y Gianola, dos amantes en problemas. | | |