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 domingo, 19 de octubre de 2003

El análisis del chico detenido por el drama de Funes no detectó estupefacientes
La fiscalía federal aconsejará que a Tulio se lo investigue por drogas
Presume que confesó un delito y que debería decir cómo y de dónde la obtenía. Recomendarán citaciones

Hernán Lascano / La Capital

La Justicia federal está dispuesta a reconocer su competencia para investigar a Tulio Adorna y a su entorno por conductas presuntamente delictivas relacionadas con uso, suministro y eventual tráfico de estupefacientes. Esto significa que por la causa que llegó el martes pasado a los Tribunales de Oroño al 900 se recomendará el inicio de citaciones. Estas no solamente alcanzarán a la familia y al propio chico acusado de matar a su padre y a su hermano menor hace 15 días. También podrán ser llamados a comparecer una chica a la que Tulio involucró en su declaración y no se descarta que se convoque a vecinos que puedan aportar algún detalle considerado de interés para la pesquisa.

El juez que investiga los homicidios en el chalé de Funes, Juan Leandro Artigas, remitió la semana pasada a la Justicia federal la copia entera del expediente del caso. Lo hizo para que se determine si Tulio, al declarar sobre los asesinatos, confesó una conducta delictiva vinculada con uso y suministro de drogas en su entorno que merecería, de ser así, un juicio independiente.

Al prestar su esperado primer testimonio, hace nueve días, Tulio afirmó que había consumido y también provisto marihuana a una chica que el día anterior a los crímenes estuvo con él en la casa abandonada de Elorza y Dorrego, la misma donde lo detuvieron a 12 horas de la tragedia. Eso, junto a detalles del sumario policial, fue considerado posible evidencia de un ilícito autónomo de los asesinatos. Y la fiscal Alicia Donni sostuvo que debía pronunciarse un juez federal.

El caso llegó a manos del juez federal Omar Digerónimo quien lo cursó al fiscal federal Nº 2, Francisco Sosa, para que dictamine si hay delito y sugiera entonces si debe haber investigación. El examen preliminar del expediente iniciado con el número 971/03B, admitieron a La Capital fuentes de la causa, precisa dos cuestiones: que sí hay competencia del tribunal federal y que sí hay presunción de delito en lo que confiesa el chico.


Tres variedades
En el tribunal federal advirtieron, incluso, algo más significativo en relación a la conducta ilícita presunta observada por sus colegas del provincial. En su declaración del 10 de octubre Tulio admitió haber consumido tres drogas -mencionó marihuana, cocaína y ácido- con frecuencia casi diaria durante seis o siete meses. Dijo incluso que la intensidad del consumo se acrecentaba los fines de semana.

Esta declaración, observaron fuentes de la causa, puede no ser la verdad sino una estrategia defensiva destinada a demostrar que el chico, en semejante nivel de ingesta de estupefacientes, pudo no tener conciencia de su conducta criminal. Demostrar que es verdadera implicaría aliviar su responsabilidad en la causa por las muertes en su casa, pero lo pondría en aprietos en el juzgado federal. Porque para sostener ese alto nivel de consumo confesado, se vislumbra detrás una situación delictiva de tráfico y comercialización de drogas que el tribunal no puede sino investigar. En otras palabras: cómo y dónde obtenía la droga, si se la compraba a alguien y con qué dinero son preguntas que Tulio deberá responder. Y su familia también.

Por la experiencia en manejo de causas relativas a drogas y a conductas de las personas involucradas en ellas, funcionarios de los Tribunales federales indicaron que una persona que durante seis meses admite haber consumido casi diariamente drogas que generan comportamientos adictivos -en especial la cocaína- debiera manifestar síndromes de abstinencia. "Nadie en ese nivel de consumo se banca un día sin tener una crisis", graficó la fuente. No hay informes a la Justicia, sin embargo, que digan que Tulio atravesó siquiera una de estas crisis.


Sin droga en sangre y orina
Además, los análisis bioquímicos del chico, que llegaron el viernes a los Tribunales provinciales, no señalan evidencia de droga en su organismo. El de orina dio negativo y el de sangre destaca una sustancia indeterminada no necesariamente asimilable a droga. Se presume que ese elemento de la sangre puede provenir del uso de un aparato broncodilatador que Tulio usa por problemas respiratorios.

Este examen parece debilitar la hipótesis de que Tulio actuó bajo efecto de drogas, sin conciencia de sus actos, cuando mató a su padre, Alberto Adorna y a su hermano German, y disparó a su madre, Alicia Travagliante, y a su abuela, Catalina Dártoli. Cuando lo detuvieron el chico, según figura en el folio 25 del expediente, dijo: "no lo quise hacer...no lo quise hacer", lo que parece sugerir conciencia del acto. Pero al declarar el 10 de octubre, el discurso de Tulio se modificó: dijo no recordar nada de lo ocurrido y haberse enterado de los crímenes leyendo el diario en Jefatura.

El abogado de Tulio, Jorge Bedouret, consideró inapropiado que se haya remitido a la Justicia federal el expediente del caso para definir si su cliente admitió una infracción a la ley de estupefacientes. Bedouret "sólo refirió que la tarde previa a los crímenes del papá y el hermano había consumido «un porrito» con una amiga", lo que enmarcó como una conducta privada que "de ninguna manera" el constituye delito.

Esta semana el juez Artigas dijo públicamente que se llamó a declaración a tres policías en el marco de la investigación de los homicidios. El punto de la citación es precisar horarios de intervención y la forma de confección de las actas que, según fuentes de la investigación, tienen deficiencias y no fueron supervisadas en el lugar por ningún funcionario judicial. Artigas reiteró a posteriori lo que informó este diario sobre el tema: que en su declaración Tulio dijo no recordar la secuencia de los crímenes y que mencionó un problema de dinero entre sus padres. También dijo, según el diario El Ciudadano, que la policía le avisó una hora después de los crímenes. Lo que se confirma en el folio 18 del expediente.

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Para el fiscal, Tulio reveló consumo de drogas.

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