| domingo, 19 de octubre de 2003 | [Memoria] Debate entre escritores Exilio, el drama de irse sin querer Literatos de doce países se dieron cita en la ciudad mexicana de Monterrey para discutir sobre el problema de la emigración forzada Jorge Boccanera El destierro como sanción, que se remonta a Adán y Eva expulsados del paraíso, fue el tema central del Encuentro Internacional de Escritores que acaba de realizarse en la ciudad mexicana de Monterrey, organizado por el Consejo para la Cultura y las Artes del Estado de Nuevo León, con invitados de doce países.
Bajo el título "Literatura y exilio: los caminos y la memoria", cincuenta escritores de América y Europa, entre otros los argentinos Tununa Mercado y Noe Jitrik, el venezolano Luis Britto, la norteamericana Sara Poot, el francés Patrick Deville, el colombiano Moreno Durán, el cubano Eliseo Alberto y los mexicanos Vicente Quirarte y Hernán Lara Zavala, debatieron el tema.
Exilio y literatura, el destierro como inspiración creativa, México tierra de exilios, la literatura proscrita, el exilio de la España republicana, el exilio interior y el autoexilio, fueron algunos de los temas abordados en la distintas mesas de trabajo, llevadas a cabo en el Teatro del Centro de las Artes de Monterrey.
En las intervenciones, se trató de definir el tema central como una duplicidad: estar en dos lugares al mismo tiempo, vivir existencias simultáneas en registros diferentes. Esa transitoriedad -que Mercado definió como "dislocadura"- revela una existencia escindida que no se acaba siquiera con el retorno. Como si se tratara de una embriaguez, el excluido ve doble al situar en un mismo plano el tiempo y el espacio; es un hombre desajustado en el acoplamiento a su nueva situación.
Britto abrió el debate haciendo hincapié en un México hospitalario receptor de perseguidos políticos y autoexiliados, enumerando una lista de intelectuales y de artistas llegados a tierra azteca que abarcó desde el Che Guevara al "Rey del mambo", el cubano Pérez Prado, y de la fotógrafa Tina Modotti a la actriz Libertad Lamarque.
Una joven escritora chilena radicada en México, Carmen Avendaño, se refirió a una generación de hijos de exiliados que nació, dijo, cuando todo estaba hecho y que a su vez vive fuera de sus países. "Cuando nuestros padres regresaron a su lugar de origen, sus hijos regresaban a un territorio desconocido".
El tema de los poetas españoles llegados a México fue abordado por varios expositores que refirieron las experiencias de León Felipe, Luis Cernuda, Juan Rejano, Manuel Altolaguirre, José Bergamín y, entre muchos otros, Pedro Garfias, quien supo ceñir el sentimiento de extranjería con una metáfora rotunda: "Flotando sobre el tiempo como un madero inútil".
Hay que recordar que en octubre de 1992 se inauguró en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México la Cátedra Extraordinaria del Exilio Español, en homenaje a la labor de aquellos que trajeron una variedad de creencias e ideas filosóficas, artísticas y políticas, que no sólo enriqueció el universo de la cultura mexicana e hizo que México se convirtiera en un crisol de la unidad y la diversidad de la labor cultural contemporánea, sino que vino a curar las heridas de un tema siempre presente, el de la Conquista española.
Varias ponencias rastrearon los orígenes de este castigo, comenzando por la expulsión de Adán y Eva del Paraíso y luego su utilización por los pueblos antiguos hasta llegar a las migraciones de la actualidad, que debido a guerras, dictaduras y crisis económica, se han convertido en una constante. "Los exiliados latinoamericanos hemos sabido hacer con los mexicanos una globalidad propia, mejor sería decir una humanidad propia", sintetizó Mercado. enviar nota por e-mail | | |