Año CXXXVI Nº 48179
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Opinión
Información Gral
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 15/10
Autos 15/10
Turismo 12/10
Mujer 12/10
Economía 12/10
Señales 12/10
Educación 11/10
Campo 11/10


contacto

servicios

Institucional

 viernes, 17 de octubre de 2003

Violencia: Bianchi declaró pero después no habló

El técnico de Boca, Carlos Bianchi, declaró ayer ante el juez Bergés y se retiró de Tribunales con fastidio, remarcando que no quería "hablar sobre el asunto", en tanto el abogado del detenido vicepresidente de Chacarita, Armando Capriotti, solicitó la libertad de su cliente y le fue denegada.

Bianchi llegó y se fue de Tribunales como una exhalación, en medio de lo cual estuvo prestándose dos horas al interrogatorio de Bergés, quien instruye la causa por los episodios violentos del 31 de agosto en el encuentro Boca-Chacarita y la relación de los protagonistas con los barrabravas.

El entrenador, visiblemente ofuscado por las preguntas de los periodistas que montaban guardia, se negó a responder allí consultas sobre el tema de su citación.

Previamente estuvo el técnico de Chacarita, Néstor Craviotto, quien admitió que "a veces los hinchas piden diez pesos para una cervecita o el colectivo y se les da".

Pero acto seguido el DT aclaró que nunca había recibido presiones desde su llegada a la entidad, hace tres meses.

El entrenador lamentó finalmente el procesamiento con prisión preventiva de Capriotti, pero señaló: "hay que dejar trabajar al juez. Sabrá por qué lo hace".

"No sé si lo que le respondí a Bergés habrá servido para la causa, espero que sí, para que de una vez se termine con la violencia en el fútbol. Ese domingo de los problemas con la hinchada de Boca mi familia estaba en el estadio, así que imagínense cómo me sentí", concluyó.

Y sobre Capriotti, a quien el miércoles Bergés le dictó la prisión preventiva, su abogado, Julio Golodny, presentó ayer un pedido de excarcelación que le fue denegado, por lo que apeló esta medida.

En la víspera también se le apuntó a gente allegada a Boca, desde el vicepresidente tercero, Roberto Digón, hasta el barrabrava prófugo, Rafael Di Zeo, a quien se lo vinculó con el ex presidente Menem.

En el caso de Digón fueron allanadas las oficinas de su esposa, la legisladora Silvia Gottero, pero no se halló nada.

En cuanto a Di Zeo, el testimonio de un hincha de Boca "arrepentido" planteó una aparente conexión entre Menem y este barrabrava, quien se encuentra prófugo y a quien algunas fuentes señalan como oculto en Uruguay, tras huir sucesivamente de dos procedimientos realizados en el barrio porteño de Flores y la ciudad de Mar del Plata. (Télam)

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados