| miércoles, 15 de octubre de 2003 | EL CRIMEN DE GUSTAVO ARTIGAS Volvieron a detener a una mujer y a dos de sus hijos por un homicidio Les imputan encubrir al autor del asesinato, otro hijo de 17 años que ya estaba preso y confeso ante la policía Con tres detenciones concretadas ayer toda una familia quedó apresada y con diferentes grados de vinculación en torno al crimen del abastecedor de carnes Gustavo Artigas, perpetrado el jueves pasado en una chacra de Piñero. En tanto, los investigadores seguían anoche tras los pasos del encargado del campo, sobre quien pesa un pedido de captura. Así se va cerrando el cerco sobre un hecho que para los policías tiene como detonante la venganza por una tortuosa relación de pareja que llegó a su fin después de nueve años.
La mañana de ayer, en una casa de la zona sur de la ciudad fueron detenidos María Enriqueta Donadío, de 43 años; y sus hijos Natalia Diéguez, de 25, y P., de 17. Desde el viernes ya estaban tras las rejas otros dos hijos de la mujer: Martín Diéguez, de 22; y V., de 17, quien confesó ser autor material del homicidio.
Para los pesquisas sólo falta detener a Carlos Alberto González, el encargado de la chacra donde ocurrió el episodio y padrastro de María Enriqueta. Pero también falta hallar el arma homicida, que el menor dijo haber arrojado al arroyo Saladillo desde el puente de la ruta 18 cuando volvía de Piñero, y saber que pasó con los 20 mil pesos, más otros 5 mil en tickets y una suma similar en cheques que Artigas tenía consigo al momento de ser asesinado y que eran para pagar a un frigorífico.
La mañana del jueves Gustavo Artigas, un abastecedor de carnes y primo del juez de Menores Juan Leandro Artigas, se encontró con uno de los hijos menores de María Enriqueta, con quien había tenido una relación de pareja durante 9 años. Lo hicieron en la esquina de avenida San Martín y Blandengues, en la zona sur de la ciudad. Supuestamente, el joven pretendía discutir algunas desavenencias familiares que aún perduraban más allá de la separación de su mamá. Por ello, en una pickup Ford F-100 y en el Renault Megane de la víctima fueron hasta el campo que éste alquilaba en el kilómetro 8,5 de la ruta A-012.
Allí, según lo reconstruido por los investigadores, el adolescente discutió con Artigas y lo ultimó de tres disparos. Después dejó el cadáver debajo de un árbol y lo tapó con algunas chapas. Allí lo encontraron los pesquisas después de que el menor confesara la autoría del crimen.
Tras el homicidio, el chico huyó de la chacra en la pickup mientras que el auto de Artigas fue llevado por un hermano del menor que, enterado de lo ocurrido, lo condujo hasta la ciudad de Fray Luis Beltrán, donde apareció horas más tarde.
La principal hipótesis que la policía maneja sobre el crimen es la venganza. Para ello se apoyan en la primera declaración hecha por el menor. Entonces dijo que "durante el tiempo que su mamá convivió con Artigas fue víctima de malos tratos y verdugueo, por lo que habría matado al abastecedor para "lavar el honor de su madre". enviar nota por e-mail | | |