| miércoles, 15 de octubre de 2003 | China emprende la gran aventura de los vuelos al espacio con tripulación Pekín. - China comenzó ayer el conteo final para su primer lanzamiento espacial tripulado, con un pronóstico de cielos despejados sobre el desierto de Gobi. El país de 1.300 millones de habitantes siente un orgullo especial por la misión y porque la nave, basada en el modelo soviético Soyuz, fue desarrollada en lo fundamental en forma autónoma por ella misma. El lunes, los controladores de la misión simularon con éxito el lanzamiento del Shenzhou V, o "Buque divino", y comenzaron a abastecer el cohete, informó el Lanzhou Morning Post desde la base de lanzamiento en Mongolia.
Si la misión es exitosa, China será el tercer país que realiza un vuelo tripulado, después de la ex Unión Soviética y EEUU. La nave dará 14 vueltas alrededor de la Tierra en unas 21 horas y a una altitud de 343 km, antes de aterrizar en la llanura de Mongolia Interior.
El presidente Hu Jintao viajará para contemplar el primer intento de la China comunista de completar sus sueños espaciales. Hu y otros dirigentes han estado estos días dedicados al plenario de comité central del Partido Comunista. Se espera que el presidente chino se entreviste con el único tripulante, cuya identidad no se ha revelado. El máximo candidato entre los astronautas chinos es Yang Liwei, de 38 años e hijo de una maestra y un empleado de una compañía agrícola que se crió en el condado de Suizhong en la provincia de Lianoing.
Yang fue un dedicado patinador sobre hielo y nadador, además de destacarse en atletismo en el ejército. Su sueldo es de 10.000 yuanes (1.208 dólares) mensuales.
La discreción rodea el vuelo Tras meses de secreto, la agencia oficial de noticias Xinhua dijo la semana pasada que China lanzaría una misión espacial tripulada desde la base de lanzamientos de Satélite Jiuquan, entre hoy y el viernes. Los meteorólogos esperan cielos despejados sobre Jiuquan hoy. Gu Yidong, director de sistemas espaciales aplicados, dijo a Xinhua que el lanzamiento será tan solo un "primer paso" hacia mayores objetivos como considerar al cosmos como una base industrial.
El éxito del mismo consagraría a China como potencia espacial y aumentaría aún más su prestigio internacional. Por el contrario, un fracaso sería considerado como una "pérdida de credibilidad", once años después del comienzo del programa Shenzhou. Es por ello que la mayor discreción rodea el vuelo, de repercusiones civiles y militares evidentes, pero de interés científico limitado a corto plazo. (Reuters y AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La cápsula que llevará al espacio al primer chino. | | |