 | martes, 14 de octubre de 2003 | Miles de creyentes oraron en cadena y pidieron por paz, trabajo y salud Los fieles evangélicos cumplieron su promesa y lograron abrazar Rosario La Capital recorrió todos los puntos de convocatoria por avenida Belgrano, la costanera y Circunvalación Silvina Dezorzi - Carla Rizzotto / La Capital Meta cumplida. Miles de fieles evangélicos lograron finalmente abrazar Rosario. Durante una hora y media, ayer rezaron y cantaron tomados de las manos a lo largo de buena parte de la costanera, la avenida Belgrano y la Circunvalación, sobre un recorrido de 44 kilómetros. Convocados por unas 400 iglesias cristianas, llegaron disciplinados y entusiastas a participar de una oración colectiva para "bendecir a la ciudad" y pedir por la paz, el trabajo, la salud, la educación, la familia y la juventud: la "vida sana". Los rezos también apuntaron contra la corrupción, el narcotráfico, las adicciones, el divorcio, la prostitución y el aborto. Desde el palco oficial que se levantó en el Monumento a la Bandera, los organizadores del abrazo afirmaron que se trató de "un acto religioso sin precedentes en la historia de Rosario y de las ciudades argentinas".
El abrazo fue convocado por el Consejo de Pastores de Rosario, varios de cuyos miembros condujeron el acto desde el palco oficial. Bastante antes de que largaran los rezos en cadena, transmitidos por FM e Internet, los miembros de las distintas congregaciones ya ocupaban sus lugares predefinidos portando banderas argentinas y estandartes con lemas cristianos, al compás de la optimista música religiosa que propalaban dos potentes altoparlantes.
De recorrida La Capital recorrió todo el abrazo; arrancó en el Monumento y luego tomó Belgrano para entrar en Circunvalación; bordeó esa avenida hasta llegar a la costanera y terminó el tour en el parque Sunchales (Oroño y Wheelwright). En ese trayecto pudo comprobar que, si bien entre los distintos grupos había espacios vacíos, los fieles lograron cubrir el recorrido previamente determinado.
"Jesús. Salva, sana y libera", rezaba el cartel móvil -portado por una camioneta- que identificaba al grupo ubicado en Belgrano y Pellegrini. Por pertenecer a la Iglesia Redil de Cristo, la "hermana" Daniela B. de Arce tenía la instrucción precisa de llegarse a ese punto. Y así lo hizo: "El Señor hace milagros, por eso debemos pedirle que toque el corazón de los funcionarios", confesó a este diario, no sin antes bendecir a la cronista.
La multitudinaria congregación fue aprovechada por los vendedores ambulantes, quienes ofrecían a un peso la bandera argentina. Tal vez un buen negocio habría sido vender radios: es que aunque cada uno tenía un programa por escrito, todos siguieron las instrucciones a través de las tres frecuencias radiales que transmitieron el movimiento de fe.
Los evangélicos de las ciudades cercanas también se unieron al rezo por Rosario. Una muestra fue el grupo de fieles de la Iglesia Nueva Vida de Villa Gobernador Gálvez, que se ubicó en la entrada a ese municipio. "Somos uno, no debemos hacer diferencias", dijo Helga Núñez, quien no dejó de aclarar que ellos también estaban pidiendo por su pueblo.
La postal fue la misma en cada uno de los puntos: personas ubicadas una junto a la otra para lograr la mayor extensión posible. Tal vez se distinguían por el espacio que dejaban entre sí o por la forma de orar, pero ninguno se salió del programa pactado.
Quizá por la cabeza de alguno de los que estaban a pasos de La Florida circuló la idea de disfrutar del feriado en la playa, pero nadie se atrevió ni a confesarlo. A Pablo Altamirano (23), de la Iglesia Santuario de Fe (de Granadero Baigorria), le tocó estar sobre la entrada norte del balneario. Pero dijo que no lo sufrió: "Cuando termine el abrazo, cada uno a su casa".
En los rezos que condujeron los pastores desde el Monumento se rogó por la terminación del nuevo Hospital de Emergencias, la reducción de la violencia y la pobreza, y hasta la iluminación de las autoridades de todos los poderes del Estado. También clamaron por que el "temor al Señor" frene las crisis familiares -con explícita condena a la separación y el divorcio- y sobre todo el aborto. Y pidieron "leyes acordes con la ley de Dios".
En una hora y media pasaron rezos, cantos y abrazos. Pero el momento más emotivo para los protagonistas de la convocatoria sucedió entre las 16.30 y las 16.35, cuando todos se tomaron de la mano para concretar su meta.
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