| lunes, 13 de octubre de 2003 | Madres que necesitan protección Diferentes hogares brindan contención a mamás solteras y menores que no tienen dónde recurrir Marginadas por quedar embarazadas a temprana edad, olvidadas pos sus familias y muchas veces víctimas de la violencia, chicas entre 13 y 17 años no tienen dónde ni a quién recurrir. Los hogares de madres solteras albergan en forma transitoria a estas adolescentes y sus bebés, les brindan contención, asistencia médica y psicológica hasta su reinserción social.
Los centros rescatan el concepto de familia, porque las madres permanecen con sus hijos y fortalecen su relación. Encuentran un lugar para estabilizar sus emociones, y quienes están dispuestas a progresar y educar a sus chicos, buscan rescatar valores perdidos y una reinserción social rápida. En Rosario, distintos hogares ayudan a madres solas y facilitan el camino para salir adelante.
El Hogar de Raquel es uno de los más conocidos de la ciudad en lo que respecta a cuidado y protección de madres solteras primerizas. Menores de 13, 14 y 15 años con problemas de prostitución, violación, drogas o abandono, llegan hasta allí derivadas por un juzgado. La institución les ofrece todo lo que ellas y sus bebés necesitan: un techo, alimentación y salud.
Dieciséis años de trabajo constante respaldan la buena voluntad de Raquel Buttazzoni, fundadora del hogar, quien busca incentivar a la mujer para que trabaje y encuentre un sustento económico para sobrevivir junto a su pequeño. El mayor desafío que enfrenta hoy, es cubrir los gastos de alimentos y servicios. El subsidio concedido mediante un convenio provincial nunca alcanza para estar al día con las cuentas.
Raquel reconoce que el hogar es como su casa y con el tiempo integró a toda su familia a las actividades diarias. Amante de la poesía y emocionada hasta las lágrimas al recitar uno de sus relatos, se siente un poco madre de todas las chicas alojadas allí, acompañándolas en su pesar pero también en sus progresos.
Otra institución que funciona en la ciudad pero con carácter privado es el Hogar de Tránsito Nuestra Señora de la Rocca. Coordinado por la Congregación de Padres Scalabrinianos y Cáritas Rosario, alrededor de setenta personas entre niños y mujeres -en este caso mayores de edad- reciben asilo. La metodología de trabajo en el hogar, en una primera etapa es asistencial, se detecta el problema de la mamá y se busca una solución con la intención de reestablecer algunos lazos familiares. La segunda etapa y la más difícil, es la independencia de la mujer, es decir encontrar un trabajo y lugar para vivir.
Municipal y provincial Otros dos albergues funcionan en la ciudad. El Hogar "Alicia Moreau de Justo", dependiente del Departamento de la Mujer de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario y el Hogar de Madres Menores, a cargo de la Dirección Provincial del Menor, la Mujer y la Familia.
El refugio municipal tiene lugar para 30 personas entre madres y chicos, y se creó con el objetivo de dar acogida a aquellas mujeres que se encontraran en una situación de extrema indefensión. En el marco del Programa Violencia Familiar, el Area de la Mujer busca la reinserción social de estas personas y con una permanencia en el lugar que no superen los tres meses.
La problemática de la violencia se aborda desde todos sus aspectos y mediante un trabajo continuo de contención a cargo de profesionales. "Si no existe una estrategia clara de ingreso, no es posible un trabajo superador de la situación", aseguran los coordinadores.
El Hogar de Madres Menores dependiente de la provincia es una institución de puertas abiertas, dónde cada joven además de ser derivada por un juzgado, puede llegar en forma voluntaria. Con el mismo principio que el resto de los hogares, las menores asisten a la escuela, trabajan y se encargan de sus niños. La mayoría recibe el Plan Jefas de Familia, de gran ayuda a la hora de retornar a sus lugares de origen o abrirse camino solas.
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