Criticó a la conducción de la UCR

Alvarez Guerrero: "Hoy el radicalismo se volvió una empresa electoral en quiebra"

Reclamó la renuncia de los dirigentes del partido

Carlos Vallejos / La Capital

"Lo único que se puede esperar de esta dirigencia es que se vaya rápidamente porque si no la UCR va a desaparecer". El sombrío diagnóstico pertenece a un histórico del radicalismo: Osvaldo Alvarez Guerrero.

El ex gobernador de Río Negro dialogó con La Capital durante su paso por Rosario, donde el pasado viernes participó de un acto para rememorar el día en que Arturo Illia asumió la Presidencia de la Nación.

Alvarez Guerrero fue legislador nacional y presidente de la convención nacional del radicalismo. Su última participación política partidaria fue el frustrado intento de pelear por la candidatura presidencial para las elecciones de abril pasado. Hoy manifiesta su desencanto por "la cerrazón tremenda" de la conducción de la UCR.

"Se necesita una suerte de refundación partidaria, renovar sustancialmente el cuadro de dirigentes, pero con aquellos que no hayan tenido participación en todo este proceso verdaderamente lamentable", propone, y luego señala que a pesar del constante éxodo de militantes y de la casi nula participación de la juventud aún "hay muchos radicales, pero están decepcionados de su conducción y, además, están pensando en que ya el partido no tiene remedio, porque no se los llama para que participen".

El homenaje a Illia es una ocasión que Alvarez Guerrero no desaprovecha para señalar la "decadencia" del radicalismo: "Más allá de su figura, reivindicamos una filosofía de gobierno y un proyecto sustentado en el nacionalismo económico, el respeto al Estado de derecho, a la honestidad republicana y a la justicia social. Illia lleva adelante prolija y estrictamente ese proyecto".

Tras manifestar su convencimiento de que ese proyecto "tiene absoluta vigencia y se puede llevar adelante", el ex gobernador dice que aquel gobierno radical se sustentaba "en una plataforma política determinada en base a principios claros que respondían a una concepción ideológica", pero que "esos principios se han abandonado, sobre todo en los últimos 10 años, fundamentalmente en el gobierno de la Alianza", ya que "más allá de los errores que se pudieron haber cometido" no deja de rescatar la administración de Raúl Alfonsín.

Alvarez Guerrero dice que "hoy el radicalismo abandonó su identidad para convertirse en una empresa electoral en quiebra", en vista al escaso respaldo popular que viene recibiendo en las urnas, por lo que sus actuales dirigentes "cada vez tienen menos chances" de acceder a algún cargo y "ya se están peleando por un cuarto lugar en cualquier lista de cualquier partido".

Ni siquiera las recientes, aunque escasas, buenas performances electorales de la UCR alivianan la autocrítica de Alvarez Guerrero. "No hay que confundir al partido radical con un triunfo circunstancial en el Chaco, en Río Negro o en Catamarca, que son distritos en los que se piensa que son reivindicatorios de vitalidad del radicalismo. En esos lugares el partido disimuló su identidad, ni siquiera fueron con la sigla, no levantaron sus principios", argumenta.

"Pensar que el radicalismo se empieza a revitalizar porque la candidata a gobernadora de Buenos Aires sacó el 10% de los votos me parece una burla a la historia de la UCR bonaerense", sostiene, para resaltar que los candidatos radicales a intendente que "fueron sin la sigla partidaria" sacaron casi dos veces más votos que la propia Margarita Stolbizer, "lo que muestra la inexistencia de una organización partidaria".

Responsabiliza de la crisis radical a la actual dirigencia, que "no hizo la autocrítica necesaria y llevó al partido al fracaso más estruendoso en las últimas elecciones. Lo único que se puede esperar es que rápidamente se vaya, más o menos dignamente, porque si no el partido va a desaparecer".

Alvarez Guerrero no descarta que el centenario partido pueda estar cerca de su agotamiento histórico: "Estoy convencido de que la idea radical de algún modo se va a expresar, pero lo que hoy es más que evidente es que la UCR está en proceso de disolución".

Alvarez Guerrero estuvo en Rosario.