Que el Bosque no tape

Gimnasia no es parámetro para Newell's

Alejandro Cachari / Ovación

Es probable que a algunos leprosos de pura cepa les caiga antipático el concepto. Pero se deberá convenir en que la aclaración se hace después de un triunfo en una cancha que no lo veía ganar a Newell's desde 1988 y antes del partido más importante del torneo. El equipo de Veira le ganó sin objeciones a Gimnasia, con claridad meridiana; pero ese partido disputado el sábado a la noche en el Bosque no parece ser un parámetro para partidos importantes.

Hay situaciones beneficiosas tras una victoria que exceden la jerarquía del rival. Pero existen otros datos que se diluyen justamente por la casi nula oposición del adversario.

Los rojinegros borraron en el primer intento la amargura que generó la derrota ante San Lorenzo y volvieron a tutearse con los lugares más importantes de la tabla de posiciones sin que esto signifique que treparon demasiado. Simplemente se mantuvieron. Ese es un punto a favor.

El equipo recuperó a Patiño, vital para la estructura, y a Jorge Bermúdez, de flojo partido. Otro ítem satisfactorio.

Veira rescató el orden que mostró su equipo ante Gimnasia. Si así hubiera sido, el Lobo no hubiera generado un par de situaciones bastante incómodas para Palos. Es más, si Newell's hubiera jugado como sabe y puede, el resultado podría haber trepado hasta las nubes. Se repite el concepto: no hubo equivalencias entre uno y otro equipo.

¿Cuál es el mensaje, entonces? Ni tanto ni tan poco.

Una cosa es oponerse a un equipo derrumbado anímica y futbolísticamente y otra muy distinta es encontrarse con un rival lleno de pretensiones.

Ya le pasó al equipo de Veira con San Lorenzo. Ya padeció una estructura compensada como la de Arsenal. Le costó frente a Banfield que por entonces (1ª fecha) no era el de hoy y que sólo opuso una doble línea de cuatro como estrategia. Sufrió para derrotar a Quilmes, un equipo que hace un culto de la pelota parada para progresar en el campo de juego.

La máxima expresión se produjo en el Monumental; ese es el modelo. Ahí Newell's demostró que tiene todos los argumentos futbolísticos como para erigirse en protagonista del torneo.

Se intenta encuadrar el partido del sábado. Para que no parezca más de lo que fue. Para que no se le otorgue menos importancia de la que tiene.

El resultado sirve por sí mismo y no hacen falta explicaciones. Pero debe tomarse en su justa medida. Gimnasia ofreció tan poco que ni siquiera puede establecerse como un parámetro para los rojinegros.

El empate en Santa Fe frente a Colón, por ejemplo, tiene mucho más valor futbolístico-estratégico que el triunfo del sábado. Por la envergadura del rival.

La derrota ante San Lorenzo movió los cimientos y le sacó la modorra al Bambino que armó una semana de trabajo un tanto más compleja, y completa, que las anteriores. Pero lo cierto es que no se notaron mayores diferencias el sábado respecto de una semana atrás.

Newell's, recuperado anímicamente, debe seguir trabajando, y duro, para que la inversión y las individualidades tengan correlato en cada uno de los partidos que juega y en la tabla de posiciones.

Newell's celebra el regreso del colombiano Patiño.