| lunes, 13 de octubre de 2003 | El presidente de Bolivia dijo que no renunciará pero sigue la crisis La Paz.- El presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada dijo hoy que no renunciará pero la coalición gobernante exhibía hondas grietas y la oposición social y política persistía en las protestas tras el domingo trágico que elevó a más de 30 el número de muertos por la represión. Mientras, un comunicado de las Fuerzas Armadas bolivianas anunció el respaldo del alto mando militar al gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Parlamentarios oficialistas pidieron hoy la renuncia de Sánchez de Lozada y el vicepresidente Carlos Mesa anunció que se "alejó" del titular del Ejecutivo, aunque sin renunciar al cargo, mientras seguían las protestas y enfrentamientos en la ciudad de El Alto y otros puntos del país.
"No voy a renunciar, voy cumplir y hacer cumplir la Constitución Política del Estado, no es posible que se reemplace la democracia con una dictadura", declaró en la tarde de hoy el presidente ante los pedidos de renuncia.
"Derrotaré al proyecto sedicioso y restableceré el orden", dijo el mandatario en respuesta a la ola de protestas opositoras que reclaman su dimisión, a la que se sumaron hoy los pedidos de oficialistas. Las protestas son "alentadas desde el exterior", agregó.
El vicepresidente Mesa, por su parte, expresó que se distanció del presidente después de intentar sin éxito que el gobierno tomara medidas para restablecer la paz y cuando la crisis, que lleva varias semanas, derivó en "un costo de vidas que mi conciencia de ser humano no puede tolerar".
Las protestas de las últimas semanas se concentraron en el rechazo a la exportación de gas a Estados Unidos vía Chile pero abarca demandas sociales y políticas, entre las cuales la renuncia del jefe de Estado como condición para poner fin al conflicto. (Télam)
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