Lula admitió que "no hicimos ni el 1 % de lo prometido"

Brasilia. - El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, admitió por primera vez que todavía no pudo cumplir con la inmensa mayoría de las promesas electorales que hizo para alcanzar la primera magistratura el 27 de octubre de 2002. "Sé que no hicimos el uno por ciento de lo que propusimos", reconoció el mandatario, aunque pidió tener en cuenta que su gobierno recién lleva nueve meses de gestión.

El presidente visitó la región del Pantanal para inaugurar carreteras y el sábado cortó la cinta simbólica sobre el primer puente construido por su gobierno, que une los estados de Minas Gerais con Mato Grosso do Sul.

"Cada día que pasa y cada vez que me levanto me siento más optimista", expresó el mandatario brasileño. "No hay espacio para ser pesimista porque cuando somos pesimistas pasamos ese estado de ánimo a otras personas", agregó Lula.

"El gobierno -aseguró finalmente- está dando prioridad a las obras ya iniciadas que fueron suspendidas durante el gobierno anterior".

El gobierno de Lula ha sido alabado por los medios económicos y los mercados, por dar prioridad al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional -que prevé un fuerte superávit fiscal para pagar la deuda externa- y su decidida reforma del sistema previsional de los empleados federales, algo que le costó más de una ruptura en su propio partido, el izquierdista PT. Aunque el crecimiento en Brasil sigue bajo, principalmente porque las tasas de interés de referencia se mantienen altas, el país ha logrado atraer ingentes capitales financieros, así como un alto nivel de inversiones extranjeras en la economía real.

Por el contrario, el gasto social quedó postergado más allá de lo deseado por las bases del gobierno, aunque Lula pudo dar el puntapié inicial al programa Hambre Cero. También se produjo una ruptura con el Movimiento de los Sin Tierra, tradicionales aliados del PT que ahora enfrentan de hecho al gobierno de Lula por su baja inversión en tierras para la reforma agraria.