| lunes, 13 de octubre de 2003 | Pimpinela: Un dúo que se pelea en escena para amigarse más con la gente Estrenó un nuevo disco, pero en vivo sigue fiel a su vieja fórmula de confrontaciones románticas Pedro Squillaci / La Capital A veces una frase, un gesto o una expresión puede sintetizar un concepto artístico. Y esto sucedió en el show de Pimpinela, ofrecido el viernes pasado en el Broadway, más precisamente en el momento del bis. "Vamos a hacer el último tema -adelantó Lucía- ¿qué quieren con pelea o sin pelea?" le dijo al público."¡Con peleaaa!" estalló el teatro al unísono. Esa suerte de telenovela de amor sobre el escenario, con algo de música de fondo, que impuso este dúo de hermanos hace más de 20 años es lo que sigue alimentando el mito Pimpinela. Todavía gozan las mieles de haber creado un estilo que nadie igualó. Y, a saber por la respuesta de su público, hay que admitir que las confrontaciones ficcionalizadas todavía les siguen dando resultado.
El dúo de Joaquín y Lucía Galán llegó a Rosario a presentar su nuevo disco "Al modo nuestro". El trabajo está basado en aquellos autores italianos que coparon la radio y la televisión en la década de los 70, cuando la minifalda y los pantalones oxford eran un boom. Y como todo vuelve, los Galán decidieron hacer un homenaje a esas canciones de amor que marcaron una época con figuras como Mina, Doménico Modugno, Rita Pavone, Iva Zanicchi, y Gigliola Cinquetti, entre otros.
Pero antes de presentar su producción actual ofrecieron un racconto de toda su historia. Desde que eran bebés hasta que llenaron el Radio City de Nueva York. Todo esto realizado con videos, que hicieron las veces de separadores temáticos de sus canciones.
La puesta del show fue impecable. Dos camarines a ambos lados del escenario, una escalera de fondo, una pantalla en el centro, la banda muy prolijita y varios cambios de vestuario (especialmente de Lucía).
Pero lo mágico del espectáculo fue la complicidad de la gente en temas fetiche como "Pega la vuelta", "Valiente" o en "Ese estúpido". El público sabía perfectamente la letra de cada tema pero iba siguiendo palabra a palabra la historia conflictiva de la pareja. Es más, cuando llegaba el desenlace de la canción lo festejaban con un "ohhh" o un "bien", como si estuviesen asistiendo al final de una obra teatral desconocida. Cuando en realidad sabían perfectamente cómo terminaría todo.
Lucía y Joaquín jugaron con la gente permanentemente. Y eso sumó para el espectáculo. Dentro de la canción había momentos en que estaban comprometidos con los textos y a la vez interactuaban con los espectadores con gestos tan obvios como inequívocos. El modus operandi de la relación entre ambos, según las canciones, es la mujer engañada, ofendida, que les hace desplantes eternos a su pareja.
Los momentos en que los hermanos Galán cantan a dúo sin peleas como en "El amor no se puede olvidar", dedicado a su padre, o "Un poco de amor", a los niños carecientes, no llegan a impactar con la gente de una forma tan eficiente.
Los temas de "Al modo nuestro" ocuparon la cuarta parte del show. Lucía se puso la mini, Joaquín la camisa con volados, y se remontaron al túnel del tiempo. Allí se vio la movida artística de fines de los 60 y principios de los 70, con Mina, los Beatles y la llegada del hombre a la Luna. Y en el medio las peleas de Pimpinela. Hay para todo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lucía y Joaquín se reencontraron con su público. | | |