| domingo, 12 de octubre de 2003 | Argentino la dejó pasar una vez más Argentino perdió 2 a 1 frente a J.J. Urquiza y no pudo trepar a la punta Javier Parenti / Ovación Quince días atrás le pasó lo mismo, aunque esta vez fue distinto. ¿Cómo? Sí, volvió a perder en su cancha y dejó pasar la oportunidad de quedar como líder, pero lo que cambió fue su producción. Antes fue con Cañuelas, que remató sólo una vez al arco (el penal del gol). Ayer frente a J.J. Urquiza, que lo dominó todo el partido y se erigió como un justo vencedor. Es que Argentino no fue el mismo. Se vio superado en todas sus líneas y en ningún momento dio señales de que podía recuperarse, ni cuando descontó en el minuto final.
La derrota golpeó a los salaítos, y si bien puede verse atenuada porque también cayó el líder Sacachispas, esto no alcanza para tapar la bronca por la oportunidad perdida de quedar como únicos punteros. De arranque se vio que sería una jornada complicada. J.J. Urquiza salió a jugarle de igual a igual a Argentino, a discutirle la posesión de la pelota, a demostrar que es otro de los que pelearán por el ascenso. Encima, el salaíto pudo ponerse en ventaja rápidamente como para evitar complicaciones, pero el cabezazo de Bauza tras un córner fue anulado por off side (y en la C no existe el telebeam).
Los albos no volvieron a crear una situación de gol, ni clara ni de rebote. Porque los tres puntas no encontraron la pelota, porque los volantes la perdían ni bien la tenían y tanto ellos como los defensores lograron encontrarle la vuelta al juego que creaba Cisterna, junto a sus laderos Milla y Trigueros.
Las cosas pintaban mal para los albos. Y Jota Jota cantó 33 de mano. Unzurrunzaga le dio desde afuera sacudiendo el travesaño, Milla se adelantó a toda la defensa para meter un cabezazo que Andrada desvió en forma brillante, y se quedó ahí, solo, a un costadito para aprovechar cuando la pelota volvió a sus pies para mandarla a la red.
Con estas diferencias, numérica y futbolística, continuó la parte final. Sin más variantes que las intentadas por Marini desde el banco para encontrar el rendimiento que nunca apareció. Es más, a la única chance de empate -Faría le pegó desde afuera y Bianchi despejó con lo justo al córner- le siguió el segundo tanto de la visita.
Cisterna mostró una vez más su condición de jugador diferente haciendo lucir a Andrada, pero la pelota se abrió y Nicastro no perdonó. El 2 a 0 quizá era demasiado pero premiaba al que mejor hacía las cosas.
"Ya está, hoy no podemos. Ni con un milagro", se escuchó en la platea. Así fue. Porque el descuento del debutante Ricardo Gauna recién se dio a los 90' y una peinada de Ocampo se perdió cerca del palo izquierdo en la jugada siguiente. Hubiese sido injusto que empatara.
Ya está, no hay tiempo de lamentos cuando se pelea arriba y el sala tiene con qué recuperarse. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vázquez intenta escapar de Salvatierra. | | |