¿Te acordás, hermano?: Ares Kasparian, el antihéroe

Miguel Pisano / Ovación

"Mi viejo me quería matar. Cuando se enteró de que iba a jugar al fútbol no quería saber nada porque decía que era para los vagos", confía Ares Kasparian, aquel fullback de Newell's de fines de los 40 y principios de los 50, durante un descarnado diálogo con Ovación en el viejo bar Natalie.

Como los argentinos que bajaron de los barcos -según canta Litto Nebbia-, el Turco llegó al país con su mamá Agouni y su padre, Aram, que viajaron desde la lejana Armenia en el 27. "Viajé en la panza de mi vieja y nací a los 16 días de que llegaron. Mi viejo era fotógrafo y cuando fui a jugar a Newell's no quería saber nada porque en esa época el fútbol era mal visto, era para los atorrantes", recuerda Ares, que en griego significa el rey de la guerra.

Kasparian comenzó a darle a la redonda en el cinematográfico club Regleros, de Castellanos entre Cochabamba y avenida Pellegrini, en el corazón de Bella Vista, en aquellos inolvidables torneos de siete.

-¿Siempre de defensor?

-Siempre. De 2 o de 3. Jugaba con el Pocho Pelloso y con Griffa, pero me ponían para rellenar.

-¿Y cómo eras para jugar?

-Normal, era fuerte pero no malintencionado. Un día uno de Chacarita me pegó una trompada y le dije al Flaco Cabrera: "A este lo sacan en camilla".

-¿Y cómo salió?

-¿Y qué te parece? En camilla, pibe.

-¿Cómo llegaste a Newell's?

-A los 15 años empecé a jugar de fulbá en la quinta, con el Gallego Llano y después llegué a la tercera cuando el Gringo Molinari, ya finado, se rompió los meniscos.

-Jugaste en la tercera del Newell's campeona del 46.

-Sí, cómo no me voy a acordar, salimos campeones de reserva en el año 46. Aquel gran equipo formaba con Feliciani; Molinari y Kasparian; el Flaco Lattini, Faina y Puisegur; Cappella, Benavídez, Alarcón, Toledo y Moyano.

-¿Jugaste en aquel partido en el que unos hinchas de Newell's casi matan al árbitro Cossio afuera de la cancha?

-Ese día jugué en reserva. Se salvó cagando aceite ese hombre. Lo salvaron dos milicos que por suerte andaban por ahí y se sacaron los cintos, y Perucca, que agarró un palo para frenar a la gente.

-¿Después de salir campeón de reserva te colgaron por no firmar el contrato?

-Sí, en el 46 salimos campeones de reserva y después llegué a primera, pero me tocó el servicio militar y me suspendieron por dos años por no firmar el contrato, así que me fui a jugar a Matienzo de Monte Buey, donde ganaba un palo y medio por domingo.

-¿Y cuánto sería hoy un palo y medio del 46?

-Y qué se yo. Eran 1.500 pesos de aquella época. A los dos años volví y en el 50 jugué en primera con Valero, y seguí hasta el 56.

-¿A Valero lo reemplazaste en el combinado rosarino?

-Sí, fui en lugar de él, pero yo no quería jugar porque me parecía mal sacarle el puesto, pero me agarró Hernán Ross, un dirigente de Central y de la Liga Rosarina, que era un buen hombre, y me dijo: "No se olvide que estuvo suspendido dos años".

-¿El mejor equipo de Newell's en el que jugaste?

-El Negro Musimessi; el Flaco Cabrera y Kasparian; Lombardo, Faina y Puisegur; Contini, el Loco Montaño, el Gallego Juan Manuel López, el Negro Moyano y Ortiuela.

-¿Por qué dejaste de jugar en primera?

-Porque me cansé. Jugué en primera hasta el 56 hasta que un día dije "basta" y me fui a jugar tres años a Las Parejas.

-¿Seguís el fútbol?

-No le doy más bola. Ni escucho los partidos. Pregunto cómo sale, pero no conozco ninguna de las dos canchas.