| domingo, 12 de octubre de 2003 | Editorial El Banco, la inversión y la provincia de Santa Fe La Legislatura de Santa Fe tendrá en sus manos una decisión clave para el desarrollo y los intereses de la provincia: la futura relación del Estado provincial con el Nuevo Banco de Santa Fe. Sólo falta ese paso para cerrar un círculo que se inició cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) autorizó la venta de la entidad provincial al Banco de San Juan.
Los legisladores deben definirse en medio de un escenario adverso para los negocios financieros. A saber: desde la devaluación se perdieron casi 10 mil puestos de trabajo en el sector, la mayoría de los bancos tuvo ejercicios negativos y quedaron en rojo desde el punto de vista patrimonial. El contexto provoca la ausencia de potenciales inversores y complica los procesos de transferencia que se quieren llevar adelante. Por eso fracasaron las ventas de dos de los bancos que pertenecieron al Credit Agricole, el Nuevo Bisel y el Nuevo Bersa.
Dos bancos clave para la región, como el Nuevo Bisel y el Nuevo Santa Fe, están siendo administrados por fideicomisos creados para sobrellevar los derrumbes en medio de la crisis. Aunque ambos registraron buenos resultados operativos, necesitan de una figura legal permanente para garantizar las prestaciones que la región requiere.
El proceso de transferencia del Nuevo Banco de Santa Fe, que está a punto de completarse, servirá para dar garantías de previsibilidad desde el punto de vista financiero a los agentes económicos que trabajan o quieren invertir en la región. Un punto que permite vislumbrar el futuro con optimismo es que pese al difícil panorama general, el Grupo Petersen, de capitales nacionales y liderado por un santafesino, ofertó 133 millones de pesos por el 93,4% de las acciones. Por el Suquía, por ejemplo, que posee una envergadura similar, uno de los oferentes propuso aportar 65 millones de capitalización pero pidió 75 millones de asistencia financiera.
El proceso de adjudicación al Banco de San Juan SA se retrasó más de la cuenta porque el BCRA exigió compromisos de capitalización importantes, habida cuenta que el banco adquirente es menor al comprado. El Grupo Petersen ya empezó a cumplir con ellos. A la vez, sus directivos han anunciado que, pese a que el BCRA contempla la posibilidad de una fusión, mantendrán la individualidad del banco provincial.
Sólo resta, entonces, resolver la continuidad del Banco de Santa Fe como agente financiero oficial. Si bien existe un contrato que lo fija hasta 2008, el cambio accionario justifica pasar en limpio la ligazón. Los legisladores deben definir cómo seguirá esa relación. Es de esperar que lo hagan lejos de cualquier intento de manipulación política y sin olvidar el contexto en el que se da esta transferencia. enviar nota por e-mail | | |