| domingo, 12 de octubre de 2003 | Las dos almas de Irán se dividen por el premio Nobel a Shirin Ebadi El sector reformista exaltó a la abogada, mientras que el conservador la fustigó Teherán. - La prensa reformista iraní saludó en primera página la atribución del Nobel de la paz a la abogada Shirin Ebadi, en agudo contraste con la conservadora, que decidió ignorar el premio o relegarlo a las páginas interiores de los periódicos y subrayando que el premio consistía en más de un millón de dólares. Las organizaciones que luchan por los derechos de la mujer iraní, por su parte, celebraron la premiación de Ebadi, quien sufrió la cárcel y el exilio por oponerse a las normas del régimen islámico iraní.
"Es una gran victoria para los militantes y los defensores de los derechos de los niños y las mujeres. Es un gran orgullo para todos los iraníes", señala Mohamad Reza Jatami, hermano del presidente Mohamad Jatami, en el periódico reformista Yas e No. La publicación dedica a la noticia tres páginas y en la primera puede verse una foto de Ebadi, sonriente en su oficina de Teherán. Se transcriben también las felicitaciones de conocidos reformistas y del intelectual disidente Hachem Aghajari.
"Un acontecimiento importante para Irán", titula Etemad, para quien el premio es para "todos los iraníes", sin por ello mencionar la conferencia de prensa que dio Shirin Ebadi en París al conocer su designación y durante la cual reclamó la liberación de todos los presos políticos.
La agencia oficial Irna, allegada a los reformistas, señaló el premio con cierta lentitud pero luego reprodujo extensamente las felicitaciones dirigidas a la laureada. La televisión y la radio estatales, controladas por los conservadores, no dieron mayor espacio a la información. La primera demoró cuatro horas en anunciar el premio y en el informativo nocturno lo mencionó tan sólo en la sección de cultura.
El periódico de la misma tendencia Resalat silenció el galardón en tanto que el Jomuri Eslami tituló en el centro de la segunda página: "Los occidentales concedieron a Shirin Ebadi el premio Nobel de la paz". Y recordó a sus lectores de "hay expedientes iniciados contra ella en los tribunales de la República Islámica". La prensa conservadora subraya con insistencia la suma que acompaña el premio, 1,3 millones de dólares, como si esto quitara valor al Nobel de la paz. Ebadi es la primera musulmana que recibe el prestigioso galardón.
Esperanzas femeninas Las asociaciones iraníes de defensa de la mujer esperan que el Nobel de la paz de Shirin Ebadi traiga como consecuencia una aceleración de sus combates por los derechos de su sexo en este país, pero también de los derechos humanos en general. "Con su nuevo status internacional, Shirin Ebadi puede hacer oír más la voz de las mujeres iraníes en el exterior del país, en particular sobre las cuestiones cruciales como la ilegalidad entre los sexos en la ley y en la vida de todos los días", estimó Shadi Sadr, periodista y responsable del sitio de Internet www.Womeniniran.org.
Ebadi "obtuvo ese premio como mujer pero también como defensora de los derechos humanos y debe estar todavía más activa", destacó Sadr, y agregó que la distinción muestra "un gran interés de los países occidentales por los derechos humanos en Irán".
"Felicitamos a Shirin Ebadi, militante feminista y defensora de los derechos humanos y de los niños, y consideramos este acontecimiento histórico como una etapa importante en el movimiento de mujeres iraníes por la obtención de sus derechos", afirmó a su turno el Centro Cultural de Mujeres, una pequeña organización de militantes.
Ebadi, de 56 años, es una abogada musulmana que militó regularmente en las sombras por los activistas políticos, pero también contra la discriminación femenina, reclamando un derecho de divorcio y de la sucesión más justos en una República Islámica donde la mujer está obligada a llevar el velo y en la que su vida vale para la ley la mitad que la de un hombre.
En una carta abierta, unas cuarenta mujeres de la oposición liberal felicitaron a Ebadi y expresaron "su gran orgullo de ver que la mujer símbolo de la paz y de la amistad haya sido elegida entre las iraníes. Shirin Ebadi es una jurista y una abogada; debe hacer un esfuerzo para hacer conocer mejor sus derechos a las mujeres", señaló por su parte Azam Taleghani, presidenta de la Asociación de Mujeres de la Revolución Islámica, un grupo que pese a su nombre se ubica en la oposición. "Puede, por ejemplo, insistir en la justicia para que los acusados gocen de todos sus derechos, especialmente la presencia de un abogado, y que no sean puestos en aislamiento en las prisiones", explicó.
Narghess Mohammadi, un periodista de la oposición liberal, consideró que "la atribución del Nobel de la Paz a una iraní, independiente del poder, que defendió a activistas políticos es una ocasión histórica para el pueblo iraní que lucha por la democracia y los derechos humanos. Ebadi debe aprovechar su status internacional para apoyar ese combate", agregó Mohammadi, expresando un criterio que se escuchó reiteradamente en círculos reformistas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Ebadi, un dolor de cabeza para los conservadores. | | |