Educación

Las mujeres en la filosofía

Siendo estudiante, una no se atrevía a preguntar por la ausencia de representación femenina en la historia de la filosofía. Tal vez porque esta disciplina ha estado tendenciada a un particular androcentrismo. Era una actividad compleja y elitista a la que sólo podían acceder los adultos varones, y si eran seniles mejor. Se suponía que la filosofía no era para todos, y mucho menos para mujeres y niños, como otros tantos escenarios humanos donde se han exhibido diversas formas de discriminación basadas en la edad o el sexo.

Los cambios sociales del último siglo han permitido que la mujer ocupe esferas que antes le fueran vedadas, propiciando también que se realice una labor de exploración retrospectiva, descubriendo a algunas que se atrevieron a pensar filosóficamente, aún cuando los manuales tradicionales de historia de la filosofía se empeñaran en no incluirlas.

En la lista de mujeres dedicadas a la filosofía podemos mencionar:

* Theana (aproximadamente 530 a.C.), esposa de Pitágoras, colaboradora en sus escritos y a cargo de la dirección de la escuela pitagórica tras la desaparición del fundador, conjuntamente con tres hijas de ambos. La citada escuela recibía discípulas, y las reflexiones estaban centradas en la armonía de las cosas y de la vida. También analizaban los diversos roles que debía conciliar la mujer casada, e indagaban la naturaleza del alma femenina.

* Hiparquia de Maronea (aproximadamente 300 a.C.), esposa de Crates de Tebas, perteneciente a una familia adinerada, lo dejó todo para profesar la filosofía. La bella Hiparquia transitó por la dureza de renunciar a sus posesiones, vestir harapos y llevar una existencia extremadamente austera en concordancia con esas ideas.

* Hypatía de Alejandría (380 - 415 d. C.), hija de un matemático y astrónomo del museo de Alejandría, lideró una escuela de filosofía neoplatónica y se cuenta que tenía conocimientos "no habituales para una mujer", lo cual se conjetura le valió ser lapidada.

* Eloísa (1101-1164), quien quedó opacada como joven filósofa por su trágica historia de amor con Pedro Abelardo. Había completado sus estudios de las artes liberales -gramática, dialéctica, retórica y aritmética, geometría, astronomía y música- además de latín, griego y hebreo, justo cuando su tío le asigna como tutor al prestigioso filósofo medieval. La pasión, el amor y el escándalo estallan. La correspondencia que mantuvieron con su amado, forma parte de la herencia cultural de Francia.

* Simone de Beauvoir (1908-1986). Su éxito como escritora y la singular relación amorosa con Jean Paul Sartre también contribuyeron a soslayar su pensamiento filosófico que reivindica, desde un explícito feminismo, el papel de la mujer en el devenir del proceso histórico de la humanidad, con potencialidades ignoradas todavía. Desde una concepción existencialista sondea en la condición humana de su género y rechaza la idea de una naturaleza femenina necesariamente sojuzgada e inferior. No se nace hombre o mujer sino que se llega a serlo en el marco de un horizonte sociocultural.

* Hanna Arendt (1906-1975). Con su filosofía política fue, tal vez, la más perspicaz escudriñadora de la mecánica que sostuvo los paradigmas y sistemas totalitarios del siglo XX. "Esa muchacha venida de lejos", como prefería identificarse, fue una pensadora incisiva que analizó las categorías más representativas de la situación humana posmoderna: el ciudadano desplazado, el exiliado forzoso y el proceso de asimilación cultural obligado. Su relación prohibida con Martin Heidegger no ha podido ensombrecer la trascendencia de su pensamiento.

En la filosofía tanto como en el rock, durante mucho tiempo, las mujeres han sido excluidas. ¿Se trata de una prescripción inmodificable? ¿Qué responsabilidad nos cabe en esto? Ya es tiempo de atreverse y actuar. Porque como cantaba la filósofa del folk Joan Baez: La adolescencia era simplemente un ensayo/ Mirá alrededor tuyo, y verás/ Cada uno tiene una pequeña licencia para sufrir.../ ...porque me inquieta lo difícil que es vivir creciendo ("Milagros", 1977). Reclamemos nuestro lugar.

Alicia Pintus

Docente universitaria