| domingo, 12 de octubre de 2003 | Mercados Aguas calmas: dólar para abajo y bolsa en alza El acuerdo con el FMI tranquilizó a los operadores. Las estrategias dentro de un escenario previsible Salvador Di Stéfano El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio cierta tranquilidad a los operadores. La propuesta de reestructuración de la deuda fue tomada como una señal para no tratar el tema más que como una opción cierta. En este marco los inversores han interpretado que la economía argentina queda en piloto automático y sostienen que no cabe esperar demasiado del último trimestre del año. Es por ello que se buscan realizar diferencias en donde la economía lo permita, teniendo en cuenta algunos puntos importantes:
* La economía internacional ayuda con precios de los productos primarios en suba y baja tasa. El contexto internacional es muy benigno con Argentina, la soja se sostiene en precios muy altos y el petróleo por encima de 30 dólares aseguran una buena recaudación fiscal vía retenciones y altos ingresos de divisas. Por otro lado, con una baja tasa de interés internacional y Brasil en crecimiento se crea el marco para una fuerte recuperación económica en el plano local.
* La baja capacidad industrial instalada, y la situación de las empresas de servicios públicos que soportan el control de precios brindan margen para que no retorne la inflación.
* Con las tarifas congeladas no hay posibilidad de que suban los costos, y si a esto se le suma la alta capacidad ociosa que poseen las industrias, se tiene por delante perspectivas de una mayor producción y mejora en la competitividad.
* El Banco Central de la República Argentina (BCRA) como único demandante de dólares: la autoridad monetaria compra dólares contra emisión y el mercado absorbe sin problemas este excedente. Si bien en algún momento habrá un límite para este tipo de política tan laxa, no parece que por ahora esto pueda ocurrir.
En este contexto daría la impresión que el presidente del BCRA maneja el mercado cambiario con un tablero de comando en donde mira el precio de la soja y el petróleo, como también las cantidades exportadas por un lado y el precio del real versus el dólar por el otro. Si el precio y las cantidades exportadas suben esto potencia los ingresos fiscales por retenciones entonces se permite una apreciación del peso, y lo mismo ocurre con relación al real.
A esto le suma una política deliberada de compra limitada de dólares, sólo el Central adquiere 20 millones por día, y el resto ajusta por precio mientras los otros números le cierren.
Conclusiones El tipo de cambio en baja busca la banda 2,80/2,85, y disminuye mucho más si sigue aumentando el precio de la soja y apreciándose el real. Si esto sucede llega el gran momento de la bolsa que es la única alternativa financiera de inversión.
Si el mercado supera la barrera imaginaria de los 870 puntos o 300 dólares, la suba puede ser muy pero muy importante. papeles para agendar: Telecom, Petrobras, Galicia y Acindar.
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