| jueves, 25 de septiembre de 2003 | Charlas en el Café del Bajo -Rescato como una noticia trascendente el fuerte respaldo que le volvió a dar el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, al primer mandatario argentino Néstor Kirchner en Nueva York. Note usted, Candi, fragmentos de la noticia dando cuenta del encuentro entre los dos: "Lo palmeó (Bush) en la espalda durante el almuerzo de bienvenida a los jefes de Estado y, en un gesto fuera de agenda, lo apartó y le dedicó unos 10 minutos de conversación privada. Lo felicitó otra vez por el acuerdo con el Fondo Monetario. «Ahora tiene que seguir negociando con firmeza con los acreedores privados», le dijo el titular de la Casa Blanca, según informó el vocero de Kirchner, Miguel Núñez".
-¡Qué cosecha para el presidente argentino, eh!
-Pero no todo terminó allí: cinco horas más tarde, Bush rompió los formalismos en otro de los agasajos multitudinarios. "¡Acá viene el conquistador del FMI", exclamó apuntando a Kirchner para que lo escucharan otros cuatros presidentes con los que charlaba. Y añadió: "ƒy viene con la senadora más linda del planeta".
-Y... la verdad es que la esposa del presidente Kirchner es una mujer atractiva.
-Ahora me pregunto, Candi: ¿qué lectura debe hacerse de estas flores norteamericanas arrojadas a nuestro país en la figura de Kirchner?
-A mí me parece, y coincido en esto con varios analistas, que Bush no puede darse el lujo, tal como están las cosas en el orden internacional, de mostrar indiferencia por algún país. Al contrario, parece que la tarea de la Casa Blanca es cosechar amigos en el marco de ciertos límites y esto parece marcar un indicio de qué grado de tolerancia muestra Estados Unidos con gobiernos que no comparten hoy todos sus principios y acciones. Pero a la vez sirve para evaluar hasta qué punto tales gobiernos están distanciados en los hechos de la primera potencia. Por ejemplo...
-Eso, dé un ejemplo.
-A nadie se le ocurriría pensar que Bush podría conceder a Chávez o Fidel Castro algo de la deferencia que le prodigó a Kirchner y a Lula. ¿Qué me indica esto a mí en lo personal?
-¿Qué?
-Que la Casa Blanca ya tiene bien en claro cuál será el accionar de los gobiernos de Lula y Kirchner y ha bendecido ese accionar.
-Eva Perón decía que había que desconfiar cuando los dirigentes populares hacían buenas migas con los poderosos.
-Pero aquel era otro mundo. Había otro orden internacional. El obrero e izquierdista Inacio Lula Da Silva sorprendió a todo el progresismo con este giro que dio a su accionar. Muchos no lo entienden y se han enfadado con el brasileño, pero en mi opinión el que no comprenda que este mundo moderno requiere de un gobernante una buena dosis de pragmatismo está equivocado.
-¿Y cómo lo ve a Kirchner en este contexto?
-Lo veo como a un hombre dispuesto a defender por una parte sus principios ideológicos, especialmente en el marco político y, por otra parte, como un pragmático que comprende que no se puede locamente descolgarse del mundo. No creamos tampoco lo que dijo Bush, de que Kirchner conquistó al Fondo. Nada de eso, pero es obvio que dentro de los marcos posibles el presidente está tratando de realizar una negociación que no sea escandalosa y tremenda para el país. Y nobleza obliga, Inocencio, nosotros hemos criticado muchas medidas de Kirchner, algunas de las cuales se adoptaron tal vez para dejar conformes a ciertos sectores, no lo sabemos, pero hay que aplaudir enfáticamente el aumento presupuestario para el área educativa, por ejemplo, y el buen manejo que se hizo de las negociaciones con el FMI. Ahora, debemos ser conscientes de que la verdadera tarea del gobierno aún no comenzó y ésta es recuperar la economía en su conjunto y no de un sector y lograr el incremento del índice de empleo. Creo que hay que esperar los desenlaces. Por de pronto, y luego de los besos y abrazos, no creo que el presidente norteamericano esté del todo conforme con el discurso presidencial de ayer en la ONU.
Candi II
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