| jueves, 25 de septiembre de 2003 | Maximiliano Guerra se presentó junto al Ballet del Mercosur Maximiliano Guerra se presentó junto al Ballet del Mercosur Rodolfo Bella / La Capital Maximiliano Guerra y el Ballet del Mercosur presentaron una única función de su espectáculo "Clásico y moderno" en el teatro Auditorio Fundación Astengo, organizada por el Mozarteum Argentino. El programa incluyó un repertorio de obras de Alexander Glazunov, Ernest Chausson, Gustav Mahler, autores contemporáneos y una selección de música folclórica. La presentación se cerró con "Tangos mirando al sur", con obras clásicas del repertorio tanguero.
La compañía creada por el bailarín en 1999 demostró ser consecuente con los lineamientos que se propuso Guerra desde su fundación: la difusión de la cultura y de los bailarines, coreógrafos y vestuaristas de los países que conforman el bloque económico del cual tomó su nombre el elenco.
El abordaje de Guerra como director artístico es al mismo tiempo respetuoso y desprejuiciado. La convivencia en el mismo programa de géneros distintos hace posible que el preciosismo de la primera parte del programa se mixture sin ningún problema con zambas, sapucays y tangos, sumados a las reinterpretaciones de sus correspondientes vestuarios que hicieron posible que se reúnan sobre el escenario la pampa, las narraciones clásicas y el arrabal tanguero.
El programa comenzó con "Raymonda", una coreografía de Mario Galizzi sobre música de Alexander Glazunov con la cual la compañía mostró el rigor técnico del grupo de intérpretes. La primera sorpresa llegó luego con "Entre dos abrazos", una coreografía de la uruguaya María Inés Camou en base a una obra de Ernest Chausson. El contrapunto propuesto por la partitura entre el violín, el cello y el piano encontró su representación en tres bailarines que describen un sugestivo trío amoroso.
Guerra y Lorena Sabena interpretaron "Adagietto", con coreografía de Oscar Araiz sobre la música Gustav Mahler. Araiz creó un trabajo que requería de plasticidad y al mismo tiempo energía y resistencia física a sus intérpretes. Se trata de una propuesta que circula con sutiliza por la frontera inestable entre el erotismo y el romance de los protagonistas. Aunque no pretende ser un trabajo narrativo, "Adagietto" desarrolla con elegancia la idea de libertad y control, el amor y el deseo.
"Bailantas" abrió la segunda parte con un bloque dedicado al folclore, con coreografías de la brasileña Ana Mondini. El escenario se pobló de hombres con chiripá y mujeres con faldas amplias para interpretar la música de los Hermanos Barboza y de Gilberto Monteiro. El cuadro estuvo a cargo de un cuerpo de baile que demostró su autonomía y eficacia. En las precisas interpretaciones no estuvo ausente el humor y el clima festivo de los bailes populares.
Ajustándose a las figuras tradicionales de las danzas folclóricas, la coreógrafa acercó uno de los momentos más sorprendentes de la presentación del Ballet del Mercosur, mientras que la ausencia de Guerra apareció como un gesto de generosidad y confianza de su parte para el eficiente grupo de bailarines.
Por su parte, el coreógrafo Mauro Bigonzetti creó para Guerra "Arms" un trabajo con reminiscencias orientales sobre la música del grupo VAS, en el cual el intérprete despliega su energía en breves movimientos de brazos y vestido solamente con una falda larga, y que fue uno de los momentos más aplaudidos de la noche.
Para el final quedó el bloque "Tangos mirando al sur", con obras de Gerardo Matos Rodríguez, Lisandro Adrover, Armando Portier, Eduardo Arolas, Enrique Saborido y Aníbal Troilo. Desarrollada como una puesta en escena que recrea los climas de un bar, el trabajo fue una nueva oportunidad para el lucimiento de la totalidad de la compañía. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Guerra y el cuerpo de baile mostraron su trabajo. | | |