| miércoles, 24 de septiembre de 2003 | Tratamiento del infarto Dos centros rosarinos participan de un estudio internacional Dos centros médicos rosarinos participan de un ensayo clínico internacional destinado a encontrar la terapia más efectiva en caso de infarto. Hoy coexisten dos terapias igualmente beneficiosas. Una prevé la desobstrucción de la arteria ocluida sumada a la administración de medicamentos, mientras que otra sugiere la terapia con fármacos.
Coordinador nacional del estudio fue designado el médico rosarino Carlos Vozzi y los centros intervinientes son Hemodinamia Rosario en el Sanatorio Los Arroyos y Hemodinamia Rosario en el Instituto de Intervenciones Cardiovasculares en el Sanatorio de la Mujer, a los que se suman el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y el Cemic de la misma ciudad. La investigación es patrocinada por el National Heart and Blood Institute de los Estados Unidos. Actualmente está en análisis la incorporación de un tercer centro nacional, de la ciudad de Córdoba. La designación del médico rosarino surgió a pedido del organismo estadounidense quien también evalúa la aptitud de los centros a incorporar.
Hoy se sabe que si la arteria bloqueada es abierta durante las primeras 12 horas de ocurrido el ataque cardíaco, el resultado será beneficioso. Lo que aún es un interrogante es si abrirla luego de días o semanas del ataque cardíaco sería igualmente provechoso para el paciente.
"El reclutamiento de pacientes para el estudio comenzó en el 2000 y finalizará en el 2004", dijo Vozzi a La Capital. Podrán sumarse aquellos que hayan padecido un infarto y se encuentren entre los 3 y 28 días del episodio. "Se trata de personas que cursaron el infarto sin que se le hayan efectuado medidas terapéuticas para limpiar la arteria ocluida porque se encontraban en una institución sin infraestructura médica o por razones de distancia con algún centro médico", aclaró.
El OAT (estudio de la arteria ocluida) abarcará aproximadamente a 3.000 pacientes y participarán más de 300 hospitales de diferentes países.
Una de las opciones de tratamiento que se probarán incluye abrir (y mantener abierta) la arteria cerrada, usando una sonda de balón y un stent (malla metálica), sumado al uso de medicamentos. La otra sólo incluye el uso de medicamentos. Ambas terapias son de uso corriente, pero el ensayo comparará los efectos de ambos recursos terapéuticos a largo plazo, a los fines de determinar si el abrir la arteria ocluida, aunque no sea inmediatamente luego del infarto, resulta beneficioso o perjudicial.
"Cuando se trata de probar la efectividad de un nuevo medicamento o de alguna terapia, deben coincidir médicos, pacientes e investigadores. Este modelo de trabajo en investigación busca preservar la vida humana", agregó el doctor Vozzi, quien además enfatizó la importancia de estimular la investigación clínica en el país en pos de fortalecer el crecimiento científico nacional.
Muchos de los procedimientos médicos y quirúrgicos utilizados actualmente así como los medicamentos disponibles han llegado a ser de uso común sólo después de que su valor ha sido demostrado en ensayos clínicos. En este caso, los resultados del estudio OAT pueden contribuir a identificar el mejor tratamiento para aquellos que concurren a la consulta luego de varios días de haber sufrido un ataque cardíaco.
Las arterias coronarias llevan sangre oxigenada y nutrientes al músculo cardíaco para que pueda cumplir con la función de bombear la sangre a todo el cuerpo. Sin embargo, esta función puede verse afectada si se bloquean como consecuencia de un coágulo, una placa de colesterol u otros factores, que ponen en serio peligro la vida. enviar nota por e-mail | | |