Una inspección laboral detectó la situación irregular de todo el personal

Despidieron en San Lorenzo a tres empleadas que no quisieron desnudarse

El encargado del comercio donde trabajaban les ordenó desvestirse para ver si habían robado mercadería

Marcelo Abram / La Capital

San Lorenzo.- Tres vendedoras de un comercio céntrico de esta ciudad fueron despedidas por negarse a quitarse todas sus ropas ante un encargado que pretendía comprobar si ellas se llevaban algún objeto escondido entre sus prendas íntimas. Belquis, Mariela y Gisella también realizaban tareas de limpieza tanto en el interior como fuera del local.

El hecho ocurrió la semana anterior pero tomó estado público en estos días cuando dirigentes del Sindicato de Comercio se apersonaron en el lugar y anunciaron que van a acompañar la presentación de una denuncia ante la cartera laboral.

El episodio se desencadenó cuando el encargado del comercio dedicado a la venta de ropas, todo tipo de regalos y artículos de bazar, ubicado en avenida San Martín y Salta, ordenó a tres de sus empleadas que se quitaran la totalidad de sus prendas para poder revisarlas ya que -según trascendió- tenía sospechas de que alguna de ellas había robado mercadería del local. Como las jóvenes empleadas se negaron a obedecer semejante directiva, el responsable del comercio las despidió en el acto.

Embargadas por la indignación, las mujeres se dirigieron al Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario donde relataron con lujo de detalles lo sucedido en el comercio Sin Competencia.

Esto motivó que el dirigente del gremio Eriberto Silva, en compañía del inspector del Ministerio de Trabajo, Rubén Vidar, se dirigieran hasta ese comercio para realizar un control sobre la situación laboral, pudiendo comprobar además que el resto del personal se desempeña en forma irregular.

"Efectivamente, detectamos que todo el personal de la firma está en situación irregular, pero también comprobamos la triste situación narrada por las empleadas despedidas", informó Silva, quien confirmó que "el encargado les había exigido que para poderse retirar del trabajo debían quitarse todas sus ropas, incluso las prendas íntimas".

El gremialista fue más allá y se refirió en duros términos contra los dueños del comercio. "Se trata del comercio que hasta hace unos meses figuraba con el nombre de Tío Salim, pero ahora se denomina Grupo Comercial SRL, del cual pudimos saber que es una empresa muy negrera desde hace muchos años. Es una firma que en Rosario ya tuvo muchísimos problemas en el marco legal, pero sus titulares jamás dan la cara porque están en cosas raras", afirmó.

"La policía y la Justicia deberían investigar a estos señores que utilizan este local como pantalla, porque en realidad no son comerciantes, sino delincuentes", agregó.

La descarga de Silva contra los propietarios del local siguió cuando afirmó: "Son unos explotadores porque además de tratar a sus empleadas como esclavas sólo les pagan diez pesos por día que apenas alcanza para un sandwich y el pasaje de colectivo. Tal vez por eso piensan que quienes trabajan para ellos tienen que robar para poder subsistir".

Si bien en un primer momento las empleadas fueron despedidas en forma verbal, horas después recibieron un telegrama en los que se argumentaban razones de crisis económica para las cesantías. Sin embargo, pocas horas más tarde esa excusa quedó sin fundamento porque -según trascendió- inmediatamente se había tomado a tres nuevas trabajadoras.