Con una gran actuación de Solari, Real Madrid venció a River 3 a 1

Para los futbolistas de River Plate era una estupenda ocasión de mostrarse contra los más grandes del mundo, en un escenario que es todo un lujo como el estadio Santiago Bernabeu de Real Madrid y con el plus del personaje al que se homenajeaba, nada menos que el fabuloso Alfredo Di Stéfano. La aprovecharon unos pocos, y la paradoja de la emotiva fiesta merengue es que un ex River, Santiago Solari, fue quien sacó sin dudas la mayor tajada al ostentoso banquete. Así los locales se impusieron por 3 a 1 con un gol del Indiecito y dos de Portillo, mientras que el descuento fue obra de Luis González.

No sólo por su impresionante golazo, sino porque jugó los noventa minutos de manera brillante, Solari dejó bien en claro que no desentona en un plantel de galácticos como Zidane, Beckham, Figo, Ronaldo, Roberto Carlos.

Lejos de hacer un papelón, lo de River fue más que digno, especialmente en el primer tiempo, cuando a partir del primer cuarto de hora se le plantó a los extraterrestres, les birló la pelota y estuvo muy cerca de abrir el marcador.

Fue cuando aparecieron en todo su esplendor el Hachita Ludueña y Fernando Cavenaghi, sus máximas figuras, a las que luego se le acoplaría Eduardo Coudet y Lucho González, autor de un estupendo gol.

Hubo también momentos de pierna fuerte y mucha fricción. Parece que la cosa empezó cuando Javier Mascherano le dio una tunda a Beckham a poco de iniciado el partido y el inglés, después de buscar vendetta una y otra vez, la encontró a los 32 minutos, cuando le arrojó un brutal puntapié al juvenil centrocampista.

Conclusión: de inmediato Beckham fue reemplazado, salió rengueando hacia el banco y el chico de River sobrevivió de milagro.

En el segundo tiempo aparecieron los habituales desaciertos defensivos de River, que a excepción de su arquero, le costaron tres goles evitables y muchos otros momentos de suma zozobra.

Los responsables de los errores fueron Tuzzio, Virviescas, en el complemento el ahora irascible Vivas, Crosa y en menor medida Ameli, quien al menos tuvo el decoro de tapar algunos de los inmensos agujeros por donde se filtraron con absoluta comodidad Zidane, Roberto Carlos y, desde luego, el inspirado Solari.

Precisamente, el Indiecito recuperó una pelota al borde del área de River, dejó en el camino con un taco a Virviescas, gambeteó a Crosa y, cuando cerraban Ahumada y Ameli, clavó la pelota en el ángulo superior derecho de Costanzo.

Portillo puso el 2 a 0 aprovechando una falencia aérea y la poca decisión de Costanzo para cortar los centros. Y el mismo jugador bajó la persiana al partido con un cabezazo esquinado.

Los argentinos, que no supieron como doblegar la voluntad de los españoles, consiguieron salvar el honor gracias una buena definición de Luis González por encima de César, tras una combinación con Daniel Montenegro. (Télam y DyN)

Zidane mostró toda su categoría.