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 miércoles, 24 de septiembre de 2003

Polémica por intención de sacar las guitarras, las "monaguillas" y los aplausos
El Episcopado argentino relativiza un anuncio sobre prohibiciones para la misa

El Episcopado descartó ayer que el Papa Juan Pablo II piense en prohibir las guitarras, las "monaguillas" y los bailes en las misas por considerarlos "abusos litúrgicos", tal como lo hizo público una revista católica. Por el contrario, atribuyó la difusión del borrador de un documento que estarían elaborando dos importantes ministerios de la Santa Sede, a "una movida de algún grupo que quiere hacer ruido con esto".

Así lo expresó el padre Jorge Oesterheld, secretario de prensa de la Conferencia Episcopal, quien sostuvo que esa posible medida "va muy a contrapelo de lo que está haciendo la Iglesia y el Papa en todo el mundo".

El religioso minimizó de ese modo el borrador dado a conocer públicamente por el mensuario Jesús, según el cual el Vaticano -que por supuesto contaría con la aprobación del Papa- identifica 37 de los "abusos litúrgicos" y exhorta a "a cada católico, sacerdote o diácono y fiel laico" a denunciar las eventuales infracciones a las autoridades superiores.

Entre esos supuestos abusos, menciona las chicas que se desempeñan como "monaguillas", los "aplausos y danzas dentro del edificio sacro, aun fuera de las celebraciones eucarísticas", así como también las "guitarreadas" y el uso de otros instrumentos musicales que se utilizan en las misas.

Oesterheld afirmó que no cree "que ese entorno (del Papa) pueda generar un documento de estas características", y sostuvo que ese borrador "me parece que no tiene mucha entidad como para poner tanta atención sobre él".

Argumentó el cura que el Pontífice "participa de misas multitudinarias" en las que hay chicas como "monaguillas" y música.

"Se ha hecho una cosa muy grande de un trascendido que no tiene mucha consistencia", aseguró Oesterheld.

En la misma línea se pronunció el obispo auxiliar y vicario episcopal de Devoto, monseñor Jorge Lozano, quien afirmó saber que "se estaba preparando algún documento acerca de algunas cuestiones relativas a la celebración de la misa y otros sacramentos, pero no que iban a abordar este tipo de temáticas".

"Desconozco el texto que se está preparando, (pero) no creo que entren estas cuestiones tan menores", manifestó contrariado el obispo.


"Abusos de la liturgia"
No se puede bailar en los pasillos de las iglesias ni aplaudir, somos católicos. Además, preferimos monaguillos en los altares y no niñas. Estas son algunas de las advertencias contenidas en un borrador del documento que el Vaticano está preparando para hacer frente a lo que llama "abusos de la liturgia" durante la misa, que es el rito central de la adoración a Dios en la Iglesia Católica Romana.

De acuerdo con la revista mensual Jesús, una influyente publicación de la Iglesia Católica, el borrador insta a los fieles a informar a los obispos de sus diócesis o al Vaticano sobre cualquier actividad sospechosa de abusos de la liturgia durante la misa.

La revista publica en su número de octubre un artículo en el que se comentan algunas partes del texto del borrador. Si el borrador se autoriza tal como está ahora podría incidir en muchas de las prácticas actuales de la liturgia en numerosos países desarrollados, sobre todo en Estados Unidos y Europa occidental.

Según la revista, el borrador dice que debe evitarse que las niñas ayuden al sacerdote en el altar durante la celebración de la misa y que ésto sólo puede permitirse si "hay una causa pastoral justa".

La revista añadió que "los sacerdotes no deben sentirse nunca obligados a buscar niñas para esta función".

En 1994, el Vaticano otorgó a los obispos el poder individual de decidir en sus diócesis si autorizaban o no que las niñas pudieran ayudar en el altar.

Sin embargo, grupos conservadores de la Iglesia Católica están en contra de que las niñas ayuden en el altar, alegando que su presencia desgasta la posibilidad de que los niños puedan ser reclutados más adelante para el seminario.

Otros grupos tradicionalistas católicos ven en la presencia de niñas en el altar el umbral para las mujeres sacerdotes, algo que la Iglesia Católica prohíbe.


Rezar, no aplaudir
El borrador desalienta también la costumbre de aplaudir y bailar "dentro de los sagrados recintos" de la iglesia. Sin embargo, los sermones del Papa Juan Pablo II durante las misas que oficia -incluidas las de la basílica de San Pedro- son frecuentemente interrumpidos por fuertes aplausos de los feligreses.

Algunas de las misas que ha oficiado el Papa en Roma y en otras partes del mundo, han incluido bailes. En especial en países de Asia, Africa y América Latina.

El borrador, realizado por dos departamentos del Vaticano que son los encargados de revisar la doctrina y la liturgia de la Iglesia Católica, fue ordenado por el Papa, quien eventualmente debe autorizar la versión final.

El texto advierte también sobre el uso de lenguaje no bíblico durante la misa, como leer poesía de autores célebres.

El llamado "autoservicio" en la comunión también es censurado en el texto, en donde se dice que no es bueno que los fieles tomen por sí mismos la hostia del cáliz. (DyN y Reuters)

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