| miércoles, 24 de septiembre de 2003 | Los violentos somos todos Cuando opino sobre los violentos siempre digo lo mismo, no nos confundamos, los violentos no son solamente los barras bravas, son los plateístas, los del costado, los del rincón; a veces violentos somos todos. Yo, sin ir más lejos, en el último clásico en el gigante, pagué mi platea de $ 20 y dos horas antes del partido estuve intercambiando piedras con los leprosos y al lado mío un señor dejó a sus dos hijos y se sumó al rincón de la platea y sin ningún tipo de problemas descargó un par de baldosazos hacia los de Ñuls. En definitiva, lo que yo quiero es que no se la agarren con las hinchadas, porque ellas son los que le ponen el color y el calor a un estadio. ¿Si me preguntan si estoy de acuerdo con las entradas de favor? Por supuesto que sí, si los hinchas son los que llevan bombos y redoblantes, papelitos y banderas gigantes, son los que están siempre de visitante aunque el mundo se venga abajo, ellos ponen el carnaval que todo el mundo admira. Entonces, ¿amparo a los violentos? No, para nada, pero seria mucho más simple si al que le rompe la cabeza a otro de un piedrazo le dieran 6 meses de condena, ¿nos cuidaríamos todos un poco más o no? Pero ojo que el que hace problemas puede estar en cualquier parte y puede ser de cualquier condición social. No olvidemos que las cámaras de televisión cuando un equipo hace un gol, lo primero que enfoca es la hinchada, ¿son tontos? No, es porque saben bien dónde está lo más atractivo del estadio. Esto es como cuando alguien organiza una fiesta y contrata una orquesta para que diviertan a toda la gente; esto es lo mismo, la orquesta en esta fiesta no puede faltar nunca. Sin quitar puntos y sin prohibir el carnaval, castiguen al violento y listo. En cualquier momento van a prohibir la venta de cuchillos en todo el país porque se pueden usar como armas, pero... ¿no sería mejor castigar al que apuñala?
Marcelo Fabián Gregori
enviar nota por e-mail | | |