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 lunes, 15 de septiembre de 2003

La "cuenta" de ocupar Irak hace perder consenso interno al gobierno Bush

Washington/Bagdad.- La mayor parte de los estadounidenses se opone a los ingentes recursos económicos solicitados al Congreso por el presidente George W. Bush para financiar la campaña en Irak, según una encuesta del Washington Post. A la vez, el secretario de Estado Colin Powell dijo desde Bagdad que "nosotros no queremos quedarnos aquí ni un día más. Esto nos cuesta caro y nuestros jóvenes soldados quisieran volver donde sus familias", aunque desechó los planes franceses para transferir rápidamente la soberanía a los iraquíes.

Seis de cada diez encuestados rechazan el gasto propuesto de 87.000 millones de dólares, en lo que constituye el rechazo hasta ahora más claro a la política de seguridad y defensa de Bush desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos gasta 4.000 millones de dólares mensuales en Irak.

El vicepresidente Dick Cheney no descartó ayer que el gobierno deba solicitar aún más fondos para Irak. Ante la pregunta acerca de si los estadounidenses pueden suponer que después de estos 87.000 millones de dólares no se pedirá más dinero para destinar a Irak, Cheney dijo a la cadena televisiva NBC: "Eso no podría decirlo". El gobierno estima que los 87.000 millones alcanzarán "para este año", precisó.

El sondeo, realizado para el diario de la capital y el canal ABC, señala que el 58 por ciento de los estadounidenses está satisfecho en general con el trabajo de Bush. Sin embargo, en lo que respecta a la política económica, la cifra de aprobación baja a sólo el 42 por ciento de los más de 1.000 encuestados, el valor más bajo desde que Bush llegó al gobierno.


Powell, más posibilista
En tanto, en Bagdad, el secretario de Estado Colin Powell dijo que será el Consejo de Gobierno de Irak, designado por las autoridades de ocupación norteamericanas, las que fijen el cronograma que lleve a elecciones libres y nuevas autoridades. Comentando el debate sobre la resolución de la ONU que debería habilitar la participación de grandes países en la reconstrucción de Irak, Powell dijo que "vamos a pedir en esta resolución que el Consejo de Gobierno iraquí presente un plan para una transición que devuelva a manos iraquíes la completa autoridad y un cronograma que ellos consideren apropiado". Consultado sobre el interés de Francia en lograr un traspaso pacífico de administración, Powell dijo que le parecía que esa era la forma de hacerlo "sin poner fechas arbitrarias. Los franceses sugirieron un rápido traspaso en un promedio de un mes. Pero eso no es práctico", aseguró.

"Todos sabemos que el Consejo de Gobierno y los flamantes ministros iraquíes todavía no están listos para manejar esa responsabilidad. Por eso, lo que tenemos que hacer es trabajar con ellos", añadió el secretario.

Powell llegó ayer a la capital iraquí procedente de Ginebra, donde las cinco grandes potencias con derecho a veto en la ONU (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, China) no lograron resolver sus profundas diferencias sobre el futuro de Irak.

En resumen, en la que fue su primera visita a Irak, Powell destacó la necesidad de un retorno progresivo a la soberanía iraquí. "Todo el mundo quisiera acelerar el proceso. Todo el mundo quiere que esto vaya rápido. Nosotros no queremos quedarnos aquí ni un día más. Esto nos cuesta caro y nuestros jóvenes soldados quisieran volver donde sus familias", dijo Powell durante la conferencia de prensa que dio en Bagdad.

Pero agregó: "Nosotros no nos aferramos a Irak por aferrarnos. Nos aferramos porque es necesario continuar esta tarea hasta la creación de un nuevo gobierno responsable", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense.

"La peor cosa que pueda pasar sería que precipitáramos el proceso antes que la capacidad de gobernar y que la base de legitimidad estén y verlo fracasar", enfatizó Powell, en una crítica implícita a los llamados de su homólogo francés, Dominique de Villepin, a una transición rápida.

Powell destacó la sensación de que, pese a los permanentes problemas de seguridad, la situación en Irak "se está normalizando. Bagdad parece tranquila, en las calles vuelve a haber el tráfico normal y el suministro eléctrico será pronto mejor que antes de la guerra", aseguró.

Sin embargo, un nuevo ataque contra soldados estadounidenses dejó un muerto y tres heridos, apenas una hora antes de la llegada del secretario de Estado a la capital iraquí. El ataque ocurrió en Faluya, un de los sitios más conflictivos, situado al oeste de Bagdad y dentro del llamado "triángulo sunita".

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Powell en Bagdad no pareció optimista.

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