 | lunes, 15 de septiembre de 2003 | Titularizaciones que no llegan A menudo nos encontramos con personas que luchan por la igualdad de derechos, de oportunidades, en contra de la discriminación, a favor de la justicia. Los docentes trabajan constantemente en la formación de ciudadanos íntegros, en momentos en que por ejemplo muchos padecen en sus hogares la falta de trabajo de sus padres y, por ende, la falta de oportunidad de ganarse el sustento para sus hijos dignamente. Cito estos valores porque quien escribe no es otra que una persona discriminada por un sistema educativo que priorizó titularizar a docentes por el solo hecho de encontrarse en cargos anteriores al 30 de diciembre de 2000, sin haber dado como sería justo la posibilidad de rendir un concurso de oposición y poder así obtener el ingreso. ¿Qué pasó entonces con los docentes que ocupábamos, por años, reemplazos de larga duración? ¿Por qué no nos contempló la ley? ¿Sabrán los responsables qué se siente después de 10 años de antigüedad en la docencia, estar a la espera que se desocupe un lugar para poder trabajar? ¿La angustia que produce la inestabilidad laboral, sobre todo cuando se está a cargo de hijos menores? Ojalá pudiera llamar a la reflexión al señor ministro y a sus colaboradores, ya que no es este el único caso.
Griselda Bambozzi
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