| domingo, 14 de septiembre de 2003 | Ibarra y Macri llegan cabeza a cabeza para el ballottage en Capital Federal Superdomingo de urnas en todo el país Felipe Solá confía en retener la provincia de Buenos Aires, aunque la duda pasa por los candidatos a diputado Dos distritos electorales clave irán hoy a las urnas para continuar delineando el mapa político de Argentina. Mientras Aníbal Ibarra y Mauricio Macri serán los protagonistas del debut del ballottage para elegir jefe de Gobierno porteño, la provincia de Buenos Aires decidirá quién será su gobernador durante los próximos cuatro años, en una contienda que tiene como máximo favorito al actual mandatario, Felipe Solá.
Más de dos millones de porteños estrenarán hoy el ballottage en la ciudad de Buenos Aires, ya que los 3,64 puntos de ventaja que obtuvo Macri en primera vuelta no le alcanzaron para alzarse con al victoria. En los comicios de 2000, por primera vez estuvieron a punto de ir a segunda vuelta el propio Ibarra (quien ahora busca la reelección) y Domingo Cavallo, quien finalmente se retiró de la contienda.
La expectativa por las elecciones de hoy no pasa sólo por las encuestas, que dan una paridad similar a la del 24 de agosto, sino en la repercusión política a nivel nacional que tendrá el resultado en el distrito donde más claramente se distingue con sus candidatos la diferencia entre dos proyectos políticos antagónicos.
Esto es así porque el presidente Néstor Kirchner y todos sus ministros trabajaron a fondo tras la reelección de Ibarra por entender que la discusión Ibarra-Macri sobre el modelo que uno y otro representan es el mejor ejemplo del debate que el gobierno busca dar a nivel nacional.
Del resultado de la elección dependerá entonces gran parte del futuro que tendrá el proyecto de Kirchner para usar la ciudad -acompañada por Solá, su candidato en la provincia de Buenos Aires- como cabecera de plaza de un movimiento político transversal de corte progresista.
En la provincia, Solá llega con amplias posibilidades de conseguir la reelección. Acompañado en la fórmula justicialista por Graciela Giannetassio, el gobernador buscará permanecer por otro período al frente del Ejecutivo provincial, al que accedió en enero de 2002 cuando el entonces gobernador Carlos Ruckauf renunció a su cargo para asumir como canciller del gobierno de Eduardo Duhalde.
Si bien Solá recalcó en varias oportunidades que "hay que esperar al domingo", las encuestas y los números que manejan las principales consultoras adelantan una triunfo del actual mandatario por una amplia ventaja sobre sus oponentes.
El clima de tranquilidad que le otorga la casi certeza del triunfo se debe a la disolución de la Alianza después de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa y, además, a que los principales oponentes en la contienda electoral, los candidatos de Acción Federalista de Buenos Aires, Luis Patti, y de Frepobo, Aldo Rico, no lograron consolidar su imagen.
En este contexto, el objetivo que se trazó para estas elecciones Duhalde, conductor del PJ bonaerense, es recuperar la mayor cantidad de los 134 distritos que componen la provincia, ya que tras los comicios de 1999 quedaron 61 en poder del radicalismo, 59 en manos del PJ y el resto se reparte entre el Frente Grande, el ARI, el Paufe y los vecinalistas.
Pero además, los principales caciques justicialista aguardarán con ansias el escrutinio final para saber en que medida se producirá el corte de boleta entre la fórmula a gobernador y vice y la lista de postulantes a diputados, que encabeza Hilda Chiche González de Duhalde, debido al rechazo que registró en varios sectores la inclusión de Ruckauf y de Graciela Camaño.
En el número de diputados que logre ingresar, Eduardo Duhalde se juega una fuerte carta para consolidar su poder dentro del justicialismo a nivel nacional.
Los casi nueve millones y medio de bonaerenses habilitados para votar elegirán también diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales. enviar nota por e-mail | | |