| domingo, 14 de septiembre de 2003 | Becerra, contra las leyes de impunidad Javier Felcaro / La Capital El procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, aseguró que las leyes de obediencia debida y punto final "se deben a una ingeniería jurídica que, cuando obedece a razones políticas, vulnera el Derecho".
Consultado por La Capital durante su visita a Rosario, el viernes pasado, el jefe de los fiscales prefirió no opinar, dada su investidura, sobre el proceso político que tiene en la mira a miembros de la Corte Suprema.
Sin embargo, sintonizó con "la necesidad y el clamor popular de transformar a la Justicia en un instrumento eficiente, al servicio de los ciudadanos". En esa línea, destacó ser el propulsor de una reforma al sistema procesal penal.
Acerca de opiniones como las del ex fiscal Julio César Strassera, quien cuestionó la intervención del Congreso en el tema de las leyes de impunidad, Becerra recordó que en agosto de 2002 dictaminó que el punto final y la obediencia debida son "inconstitucionales".
"Parece que el tema, por el fuerte impacto político que significa una declaración del Congreso sobre la nulidad de las leyes, se convirtió en una cuestión de Estado. De todos modos, a la validez o no de esa norma la tendré que dictaminar cuando llegue a la Corte", destacó.
En ese sentido, el procurador enfatizó que "quisiera que la Corte resuelva primero el planteo de inconstitucionalidad de las leyes que llegó a su consideración el año pasado".
Para Becerra, las polémicas leyes "se deben a una ingeniería jurídica que, cuando obedece a razones políticas, vulnera el Derecho". Y recordó que esto acarreó la creación de dos institutos inexistentes en el orden jurídico-constitucional argentino.
El nuevo mecanismo de designación de reemplazos en la Corte también pasó bajo la lupa de Becerra.
"Todo aquello que mejore o extreme los recaudos para obtener candidatos idóneos desde el punto de vista técnico y personal es bueno", consideró el jefe de los fiscales.
No obstante, alertó sobre el riesgo de "someter extremadamente a un postulante a la resonancia magnética que implica pasar el filtro de los medios de comunicación por tanto tiempo", en alusión a lo vivido por el destacado jurista Raúl Zaffaroni.
"Puede ocurrir que muy buenos candidatos no estén dispuestos a ser sometidos a esa exposición pública, que, a mi juicio, es absolutamente innecesaria", concluyó Becerra. enviar nota por e-mail | | |