Desmintió el gobierno un pedido de apoyo de parte de Bush

El gobierno descartó ayer de plano que la Argentina acompañe alguna posición especial de los Estados Unidos en la cumbre ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se realiza en Cancún, para recompensar el apoyo del presidente norteamericano George Bush al país en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que "no hubo ningún pedido" de Bush al presidente Néstor Kirchner a cambio del apoyo de los Estados Unidos a las negociaciones argentinas con el Fondo.

En ese sentido, Fernández indicó que "se interpretó mal" la frase que Bush le transmitió a Kirchner sobre "seguir trabajando juntos".

El ministro precisó que el mandatario estadounidense le dijo a Kirchner: "Ahora estamos en Cancún, en adelante sigamos trabajando muchas más cosas juntos".

Sobre esto, precisó: "No es que (Bush) planteó al presidente que Argentina tenía que acompañar, en la reunión de Cancún" donde Estados Unidos pretende una mayor liberalización del comercio mundial, sino que indicó que se trató de una "frase suelta dicha en este contexto".

"Se interpretó esta frase como que en Cancún debía votarse algo en particular o acompañar a los Estados Unidos en alguna posición en especial, pero nada de eso ha ocurrido", aseguró Fernández.

Kirchner recibió ayer un llamado de Bush, tras el acuerdo conseguido con el Fondo, por el cual el gobierno estadounidense hizo fuerza y manifestó públicamente en varias oportunidades su posición en favor de que el FMI flexibilizara su postura y alcanzase un entendimiento con la Argentina.

La llamada de Bush estaría relacionada más que nada a la preocupación estadounidense por el frente de naciones antiproteccionistas del Grupo de los 21 en el que están Brasil, China, India y Argentina. Este grupo pelea en la asamblea de la OMC contra los países más ricos que subsidian a sus agricultores.

En este marco es que Bush habría llamado no sólo a Kirchner sino también a otros presidentes latinoamericanos para presionarlos a virar su actitud.

Precisamente, el ministro brasileño de Agricultura, Roberto Rodrigues, denunció en Cancún que las presiones de Estados Unidos y Europa son "de todo tipo" y tienen la intención de dividir o menoscabar la unidad de la posición conjunta de los 21 países liderados por Brasil.