Cuarenta obras del rosarino Enio Iommi se exhiben hasta el 5 de octubre

Expone en Rosario el padre de la escultura abstracta en el país

Se puede ver hasta el 5 de octubre en el Centro Cultural Parque España

Enio Iommi es uno de los artistas plásticos más reconocidos de Argentina. Se puede decir que es el padre de la escultura abstracta en el país. Ese precursor, que en épocas hizo eje en la agresión y en la violencia y ahora prefiere la ironía, es rosarino, y tiene 77 años. Una muestra compuesta por 40 de sus creaciones -"sólo un puntito de mi trabajo", admite ante La Capital el propio Iommi- puede visitarse de martes a domingos, de 15 a 20, en el Centro Cultural Parque España (Sarmiento y el río). En su paso por Rosario, además de dejar inaugurada la exposición -que se puede ver hasta el 5 de octubre-, el plástico coordinó un taller para los alumnos de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Iommi extraña Rosario, ciudad donde nació en 1926. Por eso vuelve "de vez en cuando", según cuenta a este diario mientras coordina el taller en un salón de la Facultad de Humanidades y Artes. Los recuerdos más precisos que tiene de la ciudad son la casa de Dean Funes y San Martín, y la de Urquiza y Corrientes, en la que vivió hasta que se fue de la ciudad a los 12 años. A esa edad tuvo que trasladarse a Capital Federal porque su padre -el escultor Santiago Girola- "había conseguido un trabajo muy importante".

El artista rosarino vive actualmente en la provincia de Buenos Aires, más precisamente en El Palomar. Pero cuenta que desde allá "siempre" piensa en Rosario. "Los recuerdos son difíciles de sacar", confiesa. Por eso, y por la necesidad de transmitir sus conocimientos a los más jóvenes "para que el arte continúe", Iommi no dudó en aceptar la propuesta de coordinar un taller de plástica.

Y así fue, el padre de la escultura abstracta de Argentina se mezcló anteayer con 150 estudiantes de distintos años de la carrera de Artes que se sumaron a la propuesta. La única consigna que el artista dio fue llevar un botiquín y los materiales que a cada uno se le ocurriera, detalló la directora de Bellas Artes de la UNR, Anabel Solari. Y como modo de incentivar a sus alumnos, Iommi aseguró que las obras terminadas en el día formarían parte de su muestra.

La libertad para elegir los materiales tiene que ver con un sello propio de Iommi. Es que sus esculturas son realizadas con todo tipo de elementos: "Uso lo que me brinda la industria. Hace 50 años utilizaba el aluminio y hoy trabajo mucho con el plástico. ¿Por qué lo voy a descartar si todo es invento del hombre?", dice.


Sesenta años de trabajo
Casi sesenta años de producción forman parte de la retrospectiva que se puede ver en el Parque de España. Las 40 obras, realizadas por el artista entre 1945 y 2002, están distribuidas por todo el espacio que ofrecen las galerías del centro cultural.

En el primer túnel se pueden observar esculturas de la etapa del concretismo vanguardista (1945-1950), y sigue con las construcciones plásticas (1951-1976), de su segundo período escultórico.

El segundo túnel agrupa a cuatro ensamblajes escultóricos de los años 80, que hacen eje en la agresión, violencia y la alineación que se vivió en Argentina en esa época. "El arte tiene que producir polémica, porque un jarrón es agradable pero no es más que un jarrón. Lo bueno es provocar, para que haya diálogo, pensamiento y hasta una poesía. Si no se genera eso queda todo estático y aburrido", expresa quien por medio de "la brutalidad de los materiales" representó la represión de las dictaduras militares.

El tercer túnel está dedicado al tango "Cambalache", de Enrique Santos Discépolo. Por último, en otros espacios del centro pueden admirarse dibujos, paneles objetuales y murales escultóricos.

Iommi, quien dice haber representado a través de sus esculturas la época más feroz del país, confiesa que ahora se "juega más irónicamente". Y detalla que realizó una serie de trabajos sobre los dichos del ex presidente Carlos Menem: "Algún día los voy a exponer", promete.

A la hora de jugarse por su obra preferida, Iommi apela a una frase conocida: "La mejor es la que todavía no hice".

Iommi se vale de todos los recursos.