Un ballottage dominado por las chicanas

A medida que se acerca el ballottage porteño, el panorama parece opacarse, ya que mientras desde el macrismo se puso en duda el resultado definitivo del comicio del domingo, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, acusó a su competidor, Mauricio Macri, de poner "en riesgo la fecha" de la segunda vuelta si continúa con la "insistencia de la apertura de la urnas".

Ibarra, por su parte, buscó pasarle la pelota a su oponente, al señalar que aceptará como última instancia la mediación de la entidad Poder Ciudadano (que le envió una carta a ambos candidatos para intentar zanjar las diferencias entre los postulantes) y así definir una fecha y las condiciones para realizar una discusión de propuestas con su contrincante.

"Quiero poner un punto definitivo" a la cuestión, aseguró Ibarra, y advirtió que, si su rival pretende imponer "un debate del debate", que no cuente con él.

"Si hay insistencia en la apertura de las urnas se puede poner en riesgo la fecha del 14 de setiembre", para la realización de la segunda vuelta, alertó luego Ibarra, en un conferencia de prensa que dio en el café Tortoni, al salir a aventar las dudas lanzadas desde el macrismo sobre los resultados finales del comicio.

Horas antes, el jefe de campaña de Compromiso para el Cambio, Juan Pablo Schiavi, aseguró que "luego de escrutarse oficialmente el 17.5 por ciento de todas las mesas, la diferencia a favor de Mauricio Macri, es del 4,1 por ciento y no del 3,3 por ciento, como se informó en el escrutinio provisorio".

Y agregó que "probablemente esta diferencia aumente" en la medida que se vayan conociendo nuevos datos, con lo cual dejó abierta la puerta para un eventual recuento voto por voto.

En tanto, desde el gobierno se volvió a plantear la necesidad de un triunfo en segunda vuelta de Ibarra, para reafirmar el "proyecto" que encarna el presidente Néstor Kirchner.