 | miércoles, 27 de agosto de 2003 | Padrillo anclado en el lazareto porteño Medida que causa malestar El Senasa aduce que el ejemplar en cuestión puede padecer la Fiebre del Nilo Alberto Serra En una medida que deja tela para cortar, las autoridades del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) mantienen a un sangre pura de carrera en el Lazareto Cuarentenario de la Capital Federal (lugar donde a los animales se les realiza un exhaustivo control en la búsqueda de detectar alguna enfermedad), aduciendo que podría padecer el virus "Fiebre del Nilo", pese a que el ejemplar en cuestión lleva un par de meses dentro de las instalaciones sanitarias, tiempo más que suficiente (por lo general se lo controla durante 30 o 40 días) como para detectar si el equino ha contraído dicha enfermedad.
Esta situación afecta a un turfman rosarino, quien ya hizo una pequeña experiencia en la cría de caballos sangre pura de carrera en su campo ubicado en Entre Ríos y que ahora decidió volcarse de lleno dentro de la actividad adquiriendo un predio en las cercanías de Rosario donde tiene programado instalar un haras.
Para comenzar con esta labor encomendó a profesionales la compra de un padrillo en Estados Unidos y éstos le aconsejaron a Basil Hayden, un hijo de Seeking The Gold nacido en 1995 que corrió apenas tres carreras y ganó dos. El semental (costó un elevado precio) llegó por vía aérea a Buenos Aires y -como lo establecen las normas- fue puesto en cuarentena. Pasado el lapso, las autoridades sanitarias (Senasa) aún no lo liberaron, argumentando que "Basil Hayden puede estar afectado por la llamada Fiebre del Nilo".
Sin embargo, las autoridades no exhiben ninguna documentación que certifique concretamente que el animal sea portador de esa enfermedad, hecho que provocó malestar en el criador.
El doctor Guillermo Grande Mende, veterinario de mucha experiencia con los caballos de carreras, quien dijo conocer el caso en cuestión, dio algunas precisiones: "La famosa Fiebre del Nilo no es transmitida por los caballos, sino por cierto tipo de mosquitos". "El caballo, efectivamente, es susceptible a la enfermedad para la cual hay una vacuna que está en proceso de aprobación en EEUU pero que igualmente se está utilizando. Es muy improbable que si un mosquito pica a un caballo infectado y luego este mosquito pique a un hombre, éste se enferme, esto es porque la viremia que tiene el caballo es muy baja (por lo tanto al caballo se lo considera un huésped terminal)", sostuvo.
Además, el médico remarcó que "para esta enfermedad no hay cura", y que los métodos de difusión en la prevención y profilaxis con respecto al control de los mosquitos van a adquirir una importancia casi superlativa si se la quiere combatir con éxito. Y que, además, "hay que tener en cuenta que estos mosquitos suelen infectarse con las aves emigratorias, que son portadoras de concentraciones importantes del virus", prosiguió.
Los análisis en Argentina Consultado sobre si el Senasa tiene los medios técnicos para establecer concretamente si el padrillo en cuestión está infectado con la Fiebre del Nilo expresó: "Por lo que sé, el Senasa no usa técnicas específicas, sino que simplemente detecta grupos de virus. Seguramente han detectado el grupo al que pertenece la Fiebre del Nilo, pero eso no quiere decir que el animal sea portador de una enfermedad que resulte peligrosa para otros animales o para los seres humanos". Además, los principales establecimientos están solicitándole al ente oficial para que se importen los reactivos para así tener una mayor seguridad sobre las enfermedades.
Lo cierto es que el padrillo hace un par de meses que está en el lazareto y en el Senasa (en estos días renunció la cúpula de ese organismo estatal) no quieren acceder a enviar muestras a algún laboratorio reconocido de los Estados Unidos para que todos puedan salir de la duda.
Y mientras se habla de la necesidad de sacrificar el animal, peligra una inversión importante y ningún funcionario pone por escrito un diagnóstico o una prescripción y el caballo sufre un injusto y prolongado encierro. Alguien tendrá que hacerse responsable y decidir un tema muy concreto y lamentable.
Medida cautelar En tanto, y mientras las autoridades del Senasa hacen oídos sordos, el apoderado del haras Lindor solicitó una medida cautelar ante el fuero federal de Rosario, a cargo del juez Omar Digerónimo, quien dictaminó que el Senasa -Estación Cuarentenaria Lazareto Capital- "se abstenga de proceder a la reexportación, como también a sacrificar al s.p.c. Basil Hayden". Además, "que se autorice al veterinario de parte para constatar y mantener el estado de salud del animal. Y por último que informe a este juzgado en 48 horas sobre el procedimiento bioquímico que determinó la existencia del virus". enviar nota por e-mail | | |