| miércoles, 27 de agosto de 2003 | Mundial de yachting: Cecilia Carranza ganó en laser. Es el segundo título logrado por un rosarino Rodolfo Parody / La Capital Hay que remontarse a 1980 para encontrar al primer rosarino campeón mundial de yachting, Luis Martínez, en clase snipe. Tuvo que pasar casi un cuarto de siglo para que Cecilia Carranza siguiera también sus pasos al conquistar el campeonato junior open de laser radial realizado en Italia. Ambos entraron en la historia con una particularidad: surgieron del Yacht Club Rosario.
La excursión de Carranza (16 años) por Europa fue por partida doble. Primero compitió en el Mundial de Portugal (isla Madeira), campeonato en el que intervino un representante por país y en el que la rosarina concluyó en el séptimo lugar. Inmediatamente después fue al mismo certamen, pero de carácter abierto ya que no había cupos, a Italia (Riva Di Garda) donde ganó en la categoría damas y quedó 32ª en la tabla general (incluido los varones) entre casi 300 competidores.
"Como eran tantos barcos nos dividieron en cuatro series. Luego de los primeros cuatro días, los setenta mejores quedamos en la flota de oro, entre ellos sólo tres eramos mujeres. En esos dos últimos días de competencia intenté recuperar posiciones porque estaba en el puesto 60. Me puse las pilas y adelanté un poco más", explicó Cecilia que culminó 32ª en la general.
Durante las 11 regatas disputó la primera colocación femenina con la australiana Krystal Weir. Apenas concluyó la última prueba, la sorpresa fue mayúscula. "Llegué a tierra y no sabía que había ganado. En eso se me acercó la australiana y me felicitó. Pensé que lo hacía porque yo había quedado segunda. Recién cuando miré el transparente con los resultados me di cuenta que era campeona", señaló. Así su rival quedó en segundo lugar y el tercer puesto fue para la inglesa Colette Blair.
Mientras contaba su hazaña, el rostro de Cecilia se iluminó como si recién se bajara de su embarcación con la noticia de que el primer puesto era suyo. "Nadie lo podía creer. Llamé por teléfono a Rosario para decirles que era campeona y ya todos los sabían. Creo que aparte de mi papá y algunos que me quieren mucho, nadie esperaba la victoria. Yo tampoco", se sinceró.
"En el Mundial hubo mucho viento y estaba medio asustada. Es que generalmente me va mejor con el tiempo calmo. Además en mi categoría las chicas pesan más que yo y el peso influye. Pero me sirvió todo el entrenamiento que hice con mi entrenador Nicolás Cuerdo y con Jorge Trevisán en el gimnasio", amplió.
Aún le resulta extraño tener el privilegio de ser la segunda rosarina que ostenta un título mundial. "Sigo sin caer. La gente me pregunta qué siento y les digo que para mí fue una victoria, nada más", comentó Cecilia, mientras jugueteaba entre sus dedos con una carpeta que tiene que estudiar para rendir en la escuela. "La verdad que no me puedo
enganchar. Se lo comentaba a una maestra. A la carpeta la llevo de paseo a todos lados. Ojalá fuera como en otros países donde los deportistas estudian nada más que las materias básicas para tener tiempo para ir a entrenar".
Es tal la pasión por el yachting que mientras dialogaba con Ovacion ya estaba pensando que al día siguiente tenía que ir a limpiar la embarcación. El título mundial le dio mayor confianza y empuje. "Ahora arranco con los entrenamientos y no me para nadie. No hay otra opción. Hay que entrenar y darle duro. Lo que pasa es que la situación de los deportistas argentinos es difícil. En el Mundial estaban todos asombrados de que no tuviera ningún apoyo y que nadie me haya pagado los pasajes para viajar".
A los 6 años Cecilia se inició en optimist. "No me iba muy bien porque tenía una contextura física demasiado grande", explicó. Todo cambiaría cuando a los 14 se le ocurrió a su padre que navegara en laser. El éxito mundial no tardó en llegar. Ya está en la historia del yachting rosarino. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lo rosarina se impuso en Riva Di Garda. | | |