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 lunes, 25 de agosto de 2003

Crimen de una gerente
Cierran el cerco sobre tres sospechosos
Son jóvenes ligados al mundo de la noche porteña. El correo electrónico de la víctima y un preservativo bajo análisis

Buenos Aires.- Tres jóvenes son los principales sospechosos del crimen de la gerente de marketing Verónica Tomini, ocurrida en Palermo, y los investigadores apuntan a dos discotecas porteñas y al análisis del correo electrónico de la víctima para determinar quién de ellos es el asesino.

Ayer, los investigadores de la Policía Federal centraron sus sospechosas sobre tres hombres que últimamente habrían mantenido encuentros con la víctima. En los tres casos, dijo un investigador, "tenemos acreditado que los jóvenes son del ambiente de la noche de dos discos de la Costanera, todos tienen vínculo con las drogas, y todos tenían o tuvieron una relación sentimental con la chica asesinada".

Tomini, de 25 años, apareció muerta en la habitación de su departamento el miércoles pasado. Según los investigadores, la chica murió como consecuencia de los golpes que recibió en su cara, provocados por una mancuerna de gimnasia.

En el marco de la investigación y en un intento por desenmascarar al asesino, policías y expertos en informática secuestraron una computadora de la víctima y analizan sus correos electrónicos. "Creemos que el análisis de esos correos y los llamados de la víctima pueden conducir al asesino. Por datos de testigos, sabemos que Verónica solía usar los e-mail y el chat para contactarse con quienes la conocían".

Los pesquisas están convencidos de que a Tomini la mataron por cuestiones pasionales, e incluso no se descarta que el asesino haya actuado tras escuchar una confesión de la joven. Y, además, aseguraron que el criminal borró sus huellas, pero dejó dos rastros que sería lapidarios para él: un profiláctico usado y cabellos entre los dedos de la víctima. Ambos elementos serán sometidos a pruebas de ADN.

Según una de las hipótesis, Tomini había conocido días antes de morir a uno de los tres sospechosos, al que sus tradicionales amigos no aceptaban ya que estaba vinculado al peor ambiente de la noche y a las drogas. En este sentido, Verónica insistió con esa relación y la tarde del martes último estuvo con el hombre en su departamento, cenó, bebió cerveza y luego tuvo sexo con él. Pero la velada se convirtió en trágica cuando la pareja comenzó a pelear hasta que el hombre tomó una pequeña pesa de gimnasio con la que atacó a la chica. De acuerdo con la autopsia, Verónica se defendió hasta que uno de los golpes metálicos le fracturó la muñeca y los siguientes le despedazaron la boca.

Cometido el asesinato, el homicida se dedicó a pasar un trapo por todo lo que recordaba haber tocado, incluso las botellas, tapó el cadáver con una frazada, se llevó consigo la mancuerna con la que asesinó a Verónica, y cerró con llave desde el lado de afuera. (Télam)

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