Apertura 2003

Los cremas de Rafaela debutaron en su cancha e igualaron con Colón

Javier Parenti / La Capital

La ciudad estaba vestida de fiesta desde el viernes por el TC, pero la gran gala futbolística de domingo se vivía en el remodelado Monumental de Atlético, ahí donde los cremas se presentaban con pilcha de primera. Y si bien el final no arrojó el triunfo soñado, ganó igual, porque le jugó de igual a igual al agrandado Colón y dejó escapar los tres puntos sólo por una jugada rara, inesperada. Pero sí fue victoria porque se pudo sentir a gusto en la nueva divisional y demostró que si se lo propone, y no se desespera, puede llegar a dar algo más que un simple paso por la élite futbolística argentina.

El marco creado por los rafaelinos permitió que los hombres dirigidos por Cachín Blanco se movieran a gusto. Algo nerviosos al principio pero agrandados hasta el final. Sobre todo cuando se habían puesto en ventaja, sorprendiendo por el momento en que llegaron al gol. Y no se cayeron tras sufrir el golpe del empate, ya que fueron un poquito más que los sabaleros.

La ansiedad local era grande. La paciencia de Colón también. Los gritos y el aliento de los cremas no cesaron nunca, claro que no tan acostumbrados a sonar en banda como los del Negro de Santa Fe, pero iguales en decisión.

Y en la cancha todo fue parecido. Arrancó mejor Colón y no gritó de arranque porque un cabezazo de Pereyra se perdió cerca del palo derecho de Comizzo. A Atlético le costó un poquito más crear una jugada clara pero cuando lo hizo estuvo ahí, como Del Bono a los 34', en un anticipo de lo que vendría.

Es que un minuto después, Di Lorenzo cruzó la bocha para que el Pájaro Juárez la pare de pecho y con un derechazo cruzado, inatajable, hiciera delirar a los rafaelinos.

Ahí apareció lo mejor de Rafaela, con Del Bono como abanderado y Larrosa de escolta, y algunas pinceladas de Di Lorenzo y Juárez.

Colón se había caído. Giovanni Hernández, Delgado y Capurro no encontraban la pelota y Fuertes protestaba más de lo que jugaba. ¿Carignano? Perdido.

En la parte final, Bauza acomodó las piezas y Colón emparejó. Se puso a tiro del empate con una de Fuertes y un cabezazo de Píccoli que increíblemente no fue gol. Pero, cuando el dueño de casa había emparejado, Bovaglio se demoró en una salida y Carignano se apioló para tirársela por arriba a un adelantado Comizzo, que no esperaba el tiro al arco. ¿Falló? Y...

Pero si en el gol tuvo su parte de culpa, el Flaco la salvó con una tapada brillante, como si tuviera 20 años, en un cabezazo del Bichi Fuertes que a los 30' pedía red.

Claro que no hubiese sido merecido si era el gol del triunfo Negro, porque Rafaela manejaba mejor la pelota, prevalecía en el campo, y pese a no llegar con profundidad también hacía méritos para no quedarse sin nada.

Y el 1 a 1 estuvo bien. Sin dudas. Sin lamentos de ninguna de las partes. Colón no pudo repetir lo que había demostrado ante Talleres pero el punto le cayó bien. Igual que a Rafaela, que se ilusionó con la punta compartida con Boca durante un rato -cuando ganaba- pero que tomó con una sonrisa el empate en su debut en su casa de primera, demostrando que será un anfitrión duro de vencer.

Fuertes, a punto de caer, mientras despeja Araujo.