 | lunes, 25 de agosto de 2003 | Defender la profesión Con gran sorpresa asistimos en estos días a un hecho que es atentatorio contra una carrera profesional, en el ámbito de la medicina. Me refiero a lo acontecido en el Hospital Provincial de nuestra ciudad, donde el damnificado, doctor Semy Seineldin, fue agredido con disposiciones emanadas del ministro de Salud. Ignorando preceptos constitucionales que nos indican lo imperioso de la idoneidad para el ejercicio de la función pública, el ministro sólo tiene el objetivo de que las cuentas cierren y a ese objetivo cumplido le llama eficiencia. Por cierto que ello no alcanza para la salud. Por estar jubilado de la profesión, puedo aseverar la ausencia total de objetivos mezquinos en estas líneas y con la única intención de hacer justicia a una trayectoria intachable en lo profesional y humano. El doctor Seineldín no necesita más defensa que su trayectoria para salir bien parado y totalmente respaldado y sin lesiones morales de esta situación a la que de seguro fue llevado por intereses espurios de personas arribistas que no suelen poder demostrar patrimonios fuertemente engrosados en las funciones que desempeñan.
Efrain Hutt. LE 5.782.938
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