Signados por la tragedia

El 15 de enero pasado, Mario Joaquín Rodríguez, el abuelo de Agustín, fue atacado a balazos en el mismo lugar que su nieto por dos jóvenes y falleció diez días después en el Hospital de Emergencias. Al principio el caso se presentó como la brutal reacción de dos muchachos, conocidos delincuentes de la zona, que balearon a Rodríguez enojados y tal vez drogados porque se había negado a cambiarles diez pesos en su granja. Luego la investigación tuvo un giro cuando se comprobó que en realidad hubo un intercambio de disparos y que uno de los atacantes había sido herido aparentemente por el propio Rodríguez.

Viviana, la mamá de Agustín e hija de Mario, manifestó: "A mi nene le hicieron lo mismo". Lo dijo porque ambos fueron heridos en la puerta del negocio familiar. "Esto es lo que pasa en la villa, hay gente armada que sale a los tiros y encima le pegan a un nene", agregó.

"Los que mataron a mi papá están presos y pagando por lo que hicieron. Ahora el que se está muriendo es mi hijo", murmuró luego de que le anunciaran que la criatura tiene el 70 por ciento del cerebro destrozado.