| domingo, 24 de agosto de 2003 | Tres guardias iraquíes murieron en una explosión en Nayaf Bagdad.- Tres guardias de seguridad iraquíes murieron hoy en una explosión en la oficina de un importante clérigo en la ciudad santa chiíta musulmana de Nayaf, en el centro de Irak, dijo el líder de un partido chiíta.
Un portavoz del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, uno de los principales grupos chiítas representados en el Consejo de Gobierno de Irak designado por Estados Unidos, dijo que el ayatolá Mohamed Saeed al-Hakim resultó levemente herido en la explosión.
"Había un hombre extraño en el edificio, fuera de su oficina, y cuando alguien fue a ver quién era, la bomba estalló. Tres guardias de seguridad murieron", dijo el portavoz.
Agregó que Hakim sufrió "heridas muy leves en el cuello" y que otras 10 personas resultaron heridas. Hakim es el tío del Ayatola Mohamed Baquer al-Hakim, quien volvió a Irak en mayo.
El hijo de Hakim, Haidar Mohamed Saeed al-Hakim, dijo a la televisión Arabiya desde Beirut que la bomba fue colocada en una habitación donde Hakim descansaba después de las oraciones.
Mientras, en Bagdad, uno de los puentes principales sobre el río Tigris fue cerrado después de que se encontraron explosivos, dijo la policía iraquí. El río es una de las rutas principales hacia el cuartel general de la administración de Estados Unidos.
Mientras, la policía iraquí patrullaba hoy las calles de Kirkuk tras una violencia étnica en el norte de Irak que dejó varios muertos y elevó las tensiones en un país ya sacudido por la anarquía y los ataques guerrilleros.
Choques entre kurdos y turcos ocurrieron el viernes en el poblado de Tuz Khurmatu, y los disturbios se propagaron el sábado a Kirkuk, una ciudad étnicamente mixta y centro petrolero clave.
Por otra parte, ayer tres soldados británicos murieron en un ataque contra su convoy en la ciudad iraquí de Basora, al sur del país. Un comunicado del ejército estadounidense dijo que dos vehículos británicos sufrieron una emboscada por hombres armados que dispararon desde una furgoneta de reparto. (Reuters)
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