Garnero: "Los bancos hoy por hoy no son un negocio apetecible"

El titular del Suquía confía en completar la venta de la entidad mediterránea para fines de octubre

Gabriel González / La Capital

El presidente del Nuevo Banco Suquía, Hugo Garnero, se queja porque su escritorio rebalsa de carpetas, mientras el teléfono y el celular no paran de sonar en el despacho del directorio ubicado en plena city porteña. Aunque entrenado en el metier de vender bancos (tuvo a su cargo la privatización del Banco Provincial de Santa Fe), admite que el proceso de transferencia de una de las tres entidades que pertenecieron al Credit Agricole tiene su trajín. Pero aclara que no extraña sus días al frente del Ministerio de Hacienda santafesino y descarta toda posibilidad de volver a ocupar un cargo como ese. En este diálogo de La Capital se muestra satisfecho con el proceso de venta que está encaminado a pesar de que "hoy por hoy los bancos no son un negocio apetecible".

-¿Cómo marcha la venta del Nuevo Suquía?

-La próxima semana se terminan las evaluaciones de las ofertas técnicas, luego se efectuará una precalificación para elevar a los directorios del Nación y del Banco Central. Diez días después deberían quedar calificadas las ofertas técnicas. En teoría si todo está OK, para el 15 de septiembre se estarían abriendo las ofertas económicas y la adjudicación demandaría un mes más. Si se cumple todo el cronograma, en la última semana de octubre se estaría entregando el Suquía a los nuevos accionistas.

-Ud. habla en potencial, ¿se cumplirán esos plazos?

-No tendría que haber inconvenientes, salvo que surjan demasiadas dudas por parte de la comisión de evaluación o del Central en torno a las propuestas. Ellos tienen la posibilidad de prolongar plazos, aunque esperamos que ello no ocurra. En estos procesos siempre hay un grado de incógnita importante, porque las propuestas están armadas en base a flujos de fondo futuros y expectativas sobre el desenvolvimiento de la economía. Es en ese marco que aparecen las dudas.

-Recibieron tres ofertas. ¿No esperaban más?

-Uno siempre aspira a muchas cosas, pero dentro de la realidad es importante lo que ha ocurrido. Hoy por hoy los bancos no son un negocio apetecible para cualquiera, salvo que se den condiciones especialmente favorables. Sin embargo, los grupos que se presentaron tienen buena factibilidad y perfil para hacerse cargo.

-Sólo uno de los tres oferentes es un banco. ¿Eso plantea algún inconveniente?

-Los dos oferentes que son empresas pasaron primero por un examen del Central, donde dieron muestras de idoneidad para el manejo de un banco a través del cumplimientos de las circulares del caso.

-¿Cómo se evaluarán las ofertas económicas?

-Van a existir dos grillas distintas. Aquellos oferentes que no pidan auxilio financiero al Sedesa o al Fondo Fiduciario serán los privilegiados en forma excluyente, con relación a aquellos que sí lo hagan.

-¿No es demasiado apretado el cronograma para vender los tres bancos ex Credit Agricole?

-Lo veremos con el correr de los días, de hecho ya hay una prórroga en la apertura de las ofertas técnicas del Bersa. Las fechas estaban muy superpuestas y ahora la diferencia entre Bersa y Suquía es de un mes, lo que parece más razonable.

-Se dijo que el caso del Suquía iba a ser testigo. ¿Cómo ve lo que les espera a los otros dos que siguen?

-Esperemos que el proceso del Suquía termine satisfactoriamente, eso sería bueno para los otros dos, pero necesitamos más tiempo para verlo terminado. El cronograma del Bisel está bastante separado, lo que es bueno. En cuanto al Bersa, tiene a su favor un perfil distinto por tratarse de banca provincial y es probable que reciba ofertas distintas, de la banca especializada en ese segmento.

-¿Cómo está el Nuevo Suquía?

-Recuperamos un volumen de negocios importante, muy superior a lo que tenía cuando empezó la crisis por la retirada del Credit Agricole y muy cerca de llegar a valores de 2001. Estamos casi en el market share histórico.

-Pero crédito no hay.

-Tenemos una estrategia agresiva para otorgar financiamiento, pero hay que recuperar depósitos no ya en volumen sino en plazos y tasas. Es necesario un adecuado fondeo para tratar de solucionar el talón de Aquiles de toda la economía. Así los préstamos se podrán adecuar a los plazos que las empresas necesitan.