 | sábado, 23 de agosto de 2003 | Crispación Irán, que atraviesa un período muy delicado a nivel internacional, tiene que hacer frente a complicaciones diplomáticas suplementarias después de que la policía británica detuviera a su ex embajador en Argentina. Los iraníes, acusados por Occidente de haber financiado y armado a numerosas organizaciones clandestinas para alentar la propagación del Islam y la lucha contra el "sionismo", fueron rápidamente señalados como los posibles instigadores de la operación, cuyos ejecutores, policías en su mayoría, comenzaron a ser juzgados en septiembre de 2001.
Teherán siempre negó que estuviera implicado en este atentado y en el de la embajada de Israel de Buenos Aires, el 17 de marzo de 1992, que dejó 29 muertos y 200 heridos, y que fue reivindicado por la Yihad Islámica pro iraní. El régimen islámico, que no reconoce la existencia del estado de Israel, siempre desmintió cualquier tipo de apoyo, que no fuera "moral", a los grupos tales como el Hezbolá libanés.
Sin embargo, las relaciones de Irán con los países europeos y con Estados Unidos siguen crispadas por el supuesto programa nuclear iraní.
Por su parte, la Justicia argentina pidió a los gobiernos británico, australiano y griego su cooperación en la investigación del atentado contra la Amia. enviar nota por e-mail | | |