| domingo, 27 de julio de 2003 | Torneo de la Urba Rugby: Atlético del Rosario volvió a perder sobre el final Aníbal Fucaraccio / La Capital Otra vez Atlético del Rosario sufrió una derrota sobre el final. Otra vez las desconcentraciones y las tarjetas condicionaron su caprichosa y endiablada suerte. Otra vez despilfarró un gran primer tiempo por cuestiones difíciles de explicar. Probablemente el cansancio que provocó la exigencia del choque, las lesiones de Bartolucci y Giuliani y la ausencia temporaria e inoportuna de un primera línea debilitaron la estructura de un equipo que durante 65 minutos había realizado todos los méritos necesarios como para construir un triunfo muy importante ante un rival de cuidado. Pero cometió errores en el tramo decisivo y eso se paga muy caro. Sobre todo ante adversarios organizados y calculadores como el de ayer. Por eso cayó ante el CASI por un exiguo 30 a 29 en un encuentro correspondiente a la 5ª fecha del torneo que organiza la Unión de Rugby de Buenos Aires (Urba).
De esta manera las chances de los rosarinos para acceder a las semifinales del certamen prácticamente se esfuman ante la adversidad persistente que representa una despiadada seguidilla de 4 derrotas consecutivas.
Plaza había arrancado bien. En un cotejo parejo, de ida y vuelta, que no tenía dominadores claros, era el único que proponía algo diferente. A pesar de sufrir en el scrum y de que el line no era consistente, el equipo de del Cerro se le animó a la mejor defensa del campeonato y en algunos pasajes logró sacar ventajas de las pelotas jugadas en forma rápida con la picardía de sus tres cuartos.
La practicidad y el criterio de los hombres del pasaje Gould le permitieron señalar 3 tries en el primer tiempo y que se fuera al descanso con un merecido 19 a 8.
En el inicio del complemento los dos Atléticos intercambiaron try por try y a partir de allí, la visita comenzó a esbozar signos evidentes de crecimiento en su juego que se reflejaban en el dominio territorial.
Y jugando en campo enemigo el CASI es de temer, ya que la sostenida dinámica de su tercera línea (en la que el Tati Phelan es el líder por su naturaleza combativa), y la potencia en el centro de la cancha de Federico Martín Aramburu causaron estragos en la resistencia plazona que quedó muy expuesta ante la aparición de los viejos vicios de siempre. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Federico Castagna lleva el número de la yeta. | | |