| domingo, 27 de julio de 2003 | Según la Fundación Libertad, el salario real cayó 30% en el sector privado La canasta básica alimentaria subió 71% desde la devaluación La canasta básica alimentaria, el parámetro utilizado para establecer qué parte de la población argentina se encuentra en condiciones de indigencia, experimentó una suba del 71% en los 18 meses posteriores a la devaluación.
Así lo señala un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Fundación Libertad, que asegura además que, contrariamente a lo que podría suponerse a partir del control de la inflación, el ingreso familiar necesario para zafar de la línea de indigencia fue superior el mes pasado que en marzo de 2002.
Según el informe, durante el pasado mes de junio, aquellos hogares de cuatro miembros, con un jefe varón de 35 años, una mujer de 31 años, una hija de 8 años y un hijo de 5 años, cuyo ingreso fuera menor a 318,67 pesos, es considerado indigente.
"En marzo de 2002, cuando se empezó a medir la indigencia a través de la canasta básica, el ingreso necesario para no entrar en esta categoría era de 215,78 pesos, unos 103 pesos menos que a fines del semestre pasado", agrega.
La canasta básica alimentaria, aquella que contiene alimentos que suministran los requerimientos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un hombre adulto, entre 30 y 59 años, de actividad moderada, es el parámetro utilizado para establecer qué parte de la población argentina se encuentra en indigencia. La canasta básica total, que agrega a la anterior otros bienes y servicios (vestimenta, educación, transporte, etc), permite determinar la población en condiciones de pobreza.
Los precios de esta canasta -revela el informe de la Libertad- acumularon un incremento del 53% desde la devaluación. En este caso, y tomando el ejemplo antes descripto, para no encuadrar en situación de pobreza el mismo hogar debiera poseer un ingreso mensual de $704,27, cuando en marzo de 2002 requería de $524,35, es decir, unos $180 menos.
El informe, que analiza la situación de precios, salario real, pobreza e indigencia a un año y medio de la devaluación, registra un aumento del 41% en los precios minoristas, en los últimos 18 meses. Dentro de la canasta familiar, los artículos que más aumentaron fueron la indumentaria, con un 73%, y los alimentos y bebidas, 57%.
En el mismo período, los precios mayoristas crecieron un 99%. En ese segmento, los productos importados subieron un 127%, en tanto que los nacionales lo hicieron en un 97%.
En cuanto al salario, los datos del Indec indican que el salario real del sector privado formal cayó 10% desde la devaluación; el del sector informal 35% y el del sector público 28%.
Pero las estimaciones de la fundación, reflejadas en el informe, son diferentes. En sus cálculos, el salario real del sector privado formal fue del 30% y el de los trabajadores en negro, del 65%. A esta caída se llega "en función del mix de inflación minorista y mayorista". En el sector público el cálculo coincide con el Indec.
Las estimaciones del instituto parten de una Población Económicamente activa (PEA) de Argentina de 14,7 millones de personas. "De ellas, se encuentran desocupadas 3,5 millones (una parte está alcanzada por el Plan Jefas y Jefes de Hogar), o sea que los que trabajan son 11,2 millones de personas", señala el informe, que agrega que "tres cuartas partes de los que trabajan lo hacen en condición de asalariados (8,4 millones) y el resto son no asalariados, donde se incluye a los autónomos, monotributistas, etcétera". Menos de la mitad de los asalariados está en "blanco" (el 44% o 3,7 millones de personas) y el resto son trabajadores informales o en "negro". De los trabajadores formales, unos 700.000 son empleados públicos y los restantes 3 millones son privados convencionados. enviar nota por e-mail | | |