Charlas en el Café del Bajo

-Qué me cuenta Candi, cuarenta y cuatro mil candidatos en la provincia de Santa Fe... ¡Qué carnaval político, amigo! ¿Qué le parece? ¿Sabe qué cantan los políticos?: ¡Siga el baile, siga el baile, al compás de la elección...!

-¡...Mientras tanto, ciudadanos, aguanten nuestra invasión!

-Qué vergüenza lo de estos políticos santafesinos Candi. ¡Y ojo al piojo, eh! Hay tarjeta roja para todos.

-Desde luego, ninguno se salva. Le voy a leer una carta que nos mandó el amigo Armando. Dice así: "Hoy concurrí a un desayuno de trabajo, propuesto en La Fluvial por uno de los tantos candidatos a intendente de esta ciudad. Me refiero a Miguel Lifschitz, y lo que me alarmó es la total falta de propuestas como candidato. Sólo enumeró la posición geográfica de Rosario, en el país y el mundo, las posibilidades que esto acarrea, pero nada más. Y las preguntas que se le hicieron (consensuadas) no atrajeron nada, salvo algunas perlitas como que la iluminación de calle Córdoba debía contar con una tarifa preferencial de la EPE para los comerciantes; como si la Municipalidad no cobrara impuestos para regular la iluminación luego del cierre de los comercios. La otra que es la Municipalidad tenía problemas con la basura y el transporte público, por haberse hecho cargo de estos servicios. En Santa Fe también esto un problema, y mas allá, en la ciudad de Córdoba también, y nadie dice nada. En fin, es uno de los treinta y un candidatos, hace ocho años que está en el gobierno, y ¿tiene nada para proponer? Dijo que al asumir se empezarían a verificar algunos temas, con la creación de distintas "unidades de gestión". Más burocracia y presupuesto. D..S nos libre de estos gobernantes, mis estimados amigos. Armando".

-Y qué quiere que le diga Candi, Armando tiene razón. Pero no es sólo el candidato del socialismo, son todos. Hasta ahora no escuché una sola propuesta de gobierno y si hubo alguna fue tan disparatada y absurda que seguramente supuse que se trataba de una humorada política.

-Debería exigirse la realización de un debate público transmitido en cadena en el que participaran todos los candidatos a gobernador, diputado nacional, senador nacional e intendente de las principales ciudades.

-Buena idea Inocencio. Un debate moderado por periodistas y personas representantes de distintos ámbitos y en el que existiera a la vez una especie de jurado conformado por notables.

-¡Excelente idea! Ya alguien se la copiará. La serie de programas podría llamarse "Candidatos enjuiciados". Entonces se podría hacer por ejemplo una serie de preguntas a modo de indagatoria.

-¿Qué preguntaría usted a un postulante a gobernador?

-Le preguntaría: ¿cuál es su propuesta para atenuar la creciente inseguridad en el territorio provincial? ¿Qué hará para atraer inversiones al territorio provincial e incrementar la producción y las fuentes de trabajo? ¿Qué presupuesto destinará para equipar los hospitales públicos? ¿Qué plan educativo aplicará y qué presupuesto destinará a cultura y educación?

-Yo al candidato a intendente le preguntaría: ¿cuál es la diferencia entre un presidente de comuna y un intendente? ¿Cuál es la diferencia entre un mero administrador y un estadista? ¿Qué hará (y cómo lo hará) en materia de servicio de transporte de pasajeros, en ordenamiento de tránsito, en limpieza e iluminación? ¿Qué hará y cómo hará para brindar los servicios básicos que aún le faltan a una gran parte de la población rosarina? ¿En qué tiempo dará solución a la rotura del pavimento en toda la ciudad, obra que se prometió y no se cumple? ¿Cuándo habilitará el Hospital de Emergencias? ¿Qué rol desempeñará la Intendencia en seguridad, atracción de radicaciones industriales y comerciales? ¿Qué propuestas tiene para que Rosario se convierta de una vez por todas en un centro turístico, con todos los beneficios económicos que ello reporta? Etcétera, etcétera, etcétera.

-Usted cree en los Reyes Magos, amigo. Los políticos están en otra. Vayamos, Candi, Vayamos entonando esta maravillosa conga: "¡Sigue el baile, sigue el baile, en la sala del burdel, si no te gusta amigazo, andá cantale a Gardel!".

Candi II



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