| sábado, 26 de julio de 2003 | La movida también provoca quejas entre los comerciantes Los tarjeteros de los boliches se adueñaron de la peatonal Los jóvenes invaden el centro en busca de pases y descuentos para las disco Pararse los viernes en Córdoba al 1300 es para los adolescentes casi una obligación. No se perdonarían la posibilidad de perder un descuento o la entrada gratis (free pass) para el boliche, por eso se adueñan de esa cuadra de la peatonal. Se amontonan -cada vez son más- durante dos horas para formar parte de lo que ellos mismos consideran la movida. Pero ese momento que tanto disfrutan los jóvenes, a los comerciantes los enfurece.
El horario de encuentro quedó casualmente establecido a las 18.30. Tampoco se hizo un estudio exhaustivo para encontrar el lugar de la reunión, "simplemente está instalado desde el 98, ya es una costumbre", contó el tarjetero Enrique Masau.
¿Qué es un tarjetero? Es quien representa a un determinado boliche y tiene la función de captar adeptos.
A ellos, que según los entendidos en la materia son alrededor de 20 por disco, se suman las promotoras que se ubican en fila en el medio de la peatonal para entregar tarjetas a los adolescentes que caminan por esa cuadra. Por eso es que cada viernes al atardecer -y en menor cantidad los jueves-, los más jóvenes saben que el lugar es Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos.
"Es el día y el lugar donde se reparten los free de los cinco boliches de onda, por eso se juntan ahí. En las dos horas deben pasar unos 500 chicos de entre 14 y 17 años", precisó Enrique. El tarjetero aclaró que las disco para mayores de 21 años no hacen promoción en esa cuadra, por eso el público es en su mayoría adolescente.
Jóvenes vs comerciantes Muchos llegan en bicicletas, y las dejan apoyadas en los negocios de la cuadra. Eso, al igual que tantas otras cosas, enfurece a los comerciantes porque dicen que esos dos días no venden. "La gente ni siquiera entra al negocio, es como si estuviera cerrado", expresó Edgardo Hernando, dueño de un local de Córdoba al 1300.
Su comerciante vecina, Lea Milberg, ya no sabe más qué hacer para trasladar a los adolescentes por lo menos unos metros más lejos. "No digo que no pueden venir a buscar los descuentos, porque tengo hijos adolescentes y los entiendo. Pero que agarren las tarjetas y se vayan, porque esto es un descontrol", expresó.
La encargada de otro local de esa cuadra, Adriana, también se sumó al reclamo. "Se amontonan en la puerta del negocio y no dejan pasar a la gente. Muchos clientes dicen que no vienen porque les da miedo atravesar esa especie de barrera humana", manifestó. Y al instante aclaró: "Los chicos no hacen destrozos ni mucho menos, pero la gente no lo sabe y tiene temor de venir al negocio". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los tarjeteros se juntan en Córdoba y Corrientes. | | |