| sábado, 26 de julio de 2003 | Votar por lo que nos interesa El lunes pasado se publicó un artículo ("Otra visión sobre le ley de lemas" de María de los Angeles Milicic) en el cual se ponía énfasis sobre las ventajas del sistema de "doble voto simultáneo y acumulativo", reconociéndoselo "como una salida auspiciosa" "en un momento (como hoy) en que la comunidad exige ideas nuevas, renovadoras". Como bien se destacó en aquel artículo, una de las principales críticas que se le hacen a este sistema es que permite que un candidato aunque no haya obtenido la mayor cantidad de votos pueda ganar la elección (como sucedió en nuestra provincia en 1991 y 1995 para elecciones de gobernador), lo que a mi parecer no es un "argumento falaz" y resulta suficiente para contrarrestarle legitimidad de origen a quien obtenga el cargo. Cabe recordar el caso de J.M. Bordaberry, que llegó a ser presidente del Uruguay sin haber alcanzado la mayoría de votos (por el sistema del doble voto simultáneo y acumulativo) y terminó convertido en la figura civil del régimen militar uruguayo. Pero ésta no es la única desventaja de este sistema. El artículo 29 de nuestra Constitución local prescribe que "el voto es libre" y que la "Legislatura provincial dicta la ley electoral con las garantías necesarias para asegurar una auténtica expresión de la voluntad popular". Nada mas contrario a este artículo que la ley de lemas porque la misma desnaturaliza y distorsiona la voluntad del elector desviando el voto hacia el sublema más votado con independencia de que sea o no el elegido por el ciudadano, lo cual implica un "fraude legitimado, un fraude institucionalizado". Pero como si esto fuera poco, en noviembre del 2002 se sancionó la ley 12.079 modificatoria de algunas disposiciones de la ley de lemas. Esta nueva ley genera una desigualdad ante la ley al permitir sublemas a los partidos políticos y negarlos para las alianzas, lo que hace que este sea un sistema de un partido y no un sistema electoral. La misma demuestra con total claridad el intento del oficialismo de instaurar una hegemonía y quedarse a toda costa en el poder.
Emilio Maiztegui
enviar nota por e-mail | | |