| miércoles, 23 de julio de 2003 | Poca claridad tras un violento asalto y tiroteo en una vivienda Un ex policía enfrentó a dos ladrones en su casa. Ayer continuaba detenido El gasista que puso en fuga a dos ladrones que habían entrado a robar gallos de riña al patio de su casa, en un episodio confuso que terminó con uno de los maleantes herido de tres balazos, quedó detenido por el caso y anoche esperaba que un juez penal resolviera si le otorgaba la libertad. Mientras tanto el joven baleado se recuperaba de los impactos que recibió en la cabeza y en el pecho cuando, según la versión policial, la víctima y su cómplice forcejeaban para quedarse con el arma calibre 22 que lanzó los disparos.
Rodoldo Orlando Tamim, un ex policía de 51 años que trabaja como plomero y gasista, quedó detenido en la comisaría 19ª y ayer permanecía preso tras ser indagado por el juez de Instrucción en turno, Alfredo Ivaldi Artacho. Los investigadores policiales, sin embargo, anticiparon que el hombre sería liberado porque las pruebas recolectadas le darían la razón. Tamim relató en la seccional que el ladrón resultó herido cuando él forcejeaba con su acompañante y a éste se le escaparon los disparos. Pero su anterior declaración ante el Comando Radioeléctrico difiere con esa versión.
El robo sorprendió a Tamim cuando descansaba junto a su hijo Antonio, de 18 años, en su casa de Barra 3705, en barrio Bolatti. La casa tiene un patio en el frente donde Tamim cría a sus gallos de riña, custodiados por su perra Lassie. El animal empezó a ladrar de forma inusual y esto intrigó al ex cabo primero, quien se jubiló por incapacidad hace quince años. "Cuando salió la perra estaba jugando con uno de los ladrones", contó a este diario David, de 22 años, uno de los cuatro hijos del gasista.
La madrugada del lunes Tamim vio cuando los intrusos cargaban algunos ejemplares en una bolsa e intentaban llevarse "un secarropas, una amoladora y herramientas", enumeró David. El muchacho no sabía a ciencia cierta cómo uno de los ladrones terminó con dos heridas. "Mi papá está incomunicado", expresó, temeroso de que algún familiar se convierta en blanco de represalias.
Según la declaración que el ex policía brindó en la comisaría 19ª, al descubrir a los asaltantes les gritó que se fueran pero uno de ellos esgrimió un arma. El gasista, que según un vocero es "un hombre robusto", se avalanzó sobre el que estaba armado y comenzó a forcejear para desarmarlo. En medio de la gresca tanto su oponente como el arma cayeron al piso, pero el otro ladrón se apoderó antes del revólver. Entonces empezó a luchar con él y se produjeron tres disparos a corta distancia del ladrón que estaba en el piso. Tras ello el dueño de casa corrió con un palo a los maleantes, que saltaron el tapial hacia la vereda. Pando no pudo escapar más de veinte metros. En Campbell y el pasaje 1805 cayó desvanecido tras golpearse contra la pared, de acuerdo con el relato de una vecina.
Para los investigadores, esa versión estaría acreditada por un dermotest negativo practicado a Tamim y por la posición del muchacho al recibir los balazos.
Pero ese relato no coincide con el que Tamim brindó antes a los agentes del Comando. A ellos les dijo que uno de los agresores disparó el arma sin llegar a herirlo, por lo que se trabó en lucha con él y en medio de esa pelea escuchó otras dos detonaciones. El acta del Comando reproduce que luego el ex policía le quitó el arma y la arrojó lejos.
"El arma no tenía caño, por lo que las balas salieron del cargador y después de recorrer un metro perdieron potencia", explicó un investigador. En el forcejeo, además, Tamim sufrió una herida cortante en la mano izquierda producto del roce con el revólver.
En tanto, el joven herido fue identificado como Sergio Pando, de 20 años. Ayer seguía internado en el Heca, en estado reservado. Según el vocero, su evolución era favorable por que las dos balas que tiene en el cráneo y otra que quedó alojada en el hemitórax derecho no afectaron órganos vitales. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los ladrones buscaban gallos de riña. | | |