Central: Delgado eligió Cruz Azul

Luego de marchas y contramarchas, el Chelo resolvió anoche aceptar continuar su carrera en México

Luego de idas y vueltas, de dimes y diretes, el propietario del pase de César Delgado, los representantes del futbolista y el propio jugador encontraron anoche un punto de acuerdo y finalmente el Chelo se decidió a incorporarse al Cruz Azul de México, resolviéndose de esta manera una interna entre las partes y la que mantuvo en vano una falsa expectativa en Central.

La noticia de la partida del atacante sorprendió al final del día porque el propio delantero había asegurado antes de la práctica vespertina que no quería ir a jugar a México, al punto de aseverar con determinación de que "si tengo que elegir entre Central y Cruz Azul, me quedo en Central, porque a México no voy".

El desenlace de esta historia ratifica lo que originalmente habían sostenido algunos directivos canallas, quienes desde un primer momento señalaron que Delgado continuaría su carrera en México porque la propuesta económica formulada por Cruz Azul era tan considerable que era imposible de equiparar para cualquier club argentino.

El conflicto en el círculo allegado al Chelito surgió cuando un ofrecimiento del Siena de Italia sedujo más a Delgado porque su deseo era continuar jugando en Europa, pero el propietario de su pase encontró una mejor respuesta económica y mayor garantía en la oferta azteca, y esta divergencia tomó estado público, al extremo de llevar al atacante a criticar al empresario Scarpello, el dueño de los derechos económicos.

El Chelo llegó a decir por la tarde que "yo quiero jugar en Italia, pero Scarpello me quiere vender al Cruz Azul porque no entiende lo que yo deseo, y me está cortando las piernas".

Pero la disputa concluyó al final del día, cuando durante una reunión con los representantes el delantero comprendió que la cifra de dinero que percibirá en México era determinante para su futuro personal.

De esta forma concluye una novela que se dilató demasiado, y la que había despertado una inútil esperanza en Central, ya que económicamente era una utopía que Delgado hubiera continuado en Arroyito.

El Chelito arregló lo económico y decidió irse.